A CADA UNO, LO SUYO

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https://youtu.be/UM1ziWz2FqQ

Josué 19:9-15    

9 La porción provino de una parte de la tierra que se le había entregado a Judá, porque el territorio de la tribu de Judá era demasiado grande para ellos. Así que la tribu de Simeón recibió su porción de tierra, dentro del territorio de Judá.

10 La tercera asignación de tierra se entregó a los clanes de la tribu de Zabulón para que fuera su hogar.

El límite del territorio de Zabulón comenzaba en Sarid. 

11 De allí, se dirigía al occidente, pasaba Marala, tocaba Dabeset y seguía hasta el arroyo situado al oriente de Jocneam. 

12 En dirección opuesta, el límite iba al oriente, desde Sarid hasta la frontera de Quislot-tabor, y desde allí a Daberat, de donde subía hasta Jafía. 

13 Continuaba por el oriente hasta Gat-hefer, Itacazín y Rimón, y luego giraba hacia Nea. 

14 El límite norte de Zabulón pasaba Hanatón y terminaba en el valle de Jefte-el. 

15 Algunas de las ciudades que se incluían eran: Catat, Naalal, Simrón, Idala y Belén; en total eran doce ciudades con sus aldeas vecinas.

Estimado lector

Dios, es un Dios de orden. Desde el principio, estableció la manera en que cada tribu del pueblo de Israel recibiría su parte de la tierra prometida.

Josué comenzó la repartición a cada tribu, con la dirección de Dios; e invitando al pueblo a poseer lo que le correspondía a cada uno, sin ser negligentes (Josué 18:3).

La tierra entregada a Judá era excesiva (v9). Y aun cuando parecía no haber espacio para la tribu de Simeón, ellos también recibieron su parte, según lo prometido a los hijos de Jacob.

De modo que, del terreno de Judá, les fue entregada su parte y se establecieron allí con diecisiete ciudades y todas las villas que las rodeaban. Dios no se queda con nada. Simeón era hijo de Jacob, y debía recibir esa tierra, por la promesa que Dios le había hecho a su padre.

El que está en Cristo, es contado como hijo de Dios; y no faltará a su vida, nada de lo que Él ha prometido.

Dios da a cada uno lo suyo. Y, aun cuando parezca que no hay espacios o bendiciones suficientes, se debe esperar pacientemente el cumplimiento de Sus promesas.

Dios no se ha olvidado de Sus hijos, ni ha olvidado las oraciones de cada uno de ellos.

Espera en Jehová, y guarda su camino, Y él te exaltará para heredar la tierra. Salmos 37:34a RV’60

¿Qué te dice Dios?

¿Qué vas a hacer?      ¿Cómo lo vas a aplicar hoy?   ¿En qué área? 

Emocional ___ Familiar ___ Espiritual ___ Financiera ___ Otro ___.