ADORANDO A UN DIOS MARAVILLOSO

Junio 17 de 2024

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

ADORANDO A UN DIOS MARAVILLOSO


SALMOS 71:17-21

17 Oh Dios, tú me has enseñado desde mi tierna infancia,

    y yo siempre les cuento a los demás acerca de tus hechos maravillosos.

18 Ahora que estoy viejo y canoso,

    no me abandones, oh Dios.

Permíteme proclamar tu poder a esta nueva generación,

    tus milagros poderosos a todos los que vienen después de mí.

19 Tu justicia, oh Dios, alcanza los cielos más altos;

    ¡has hecho cosas tan maravillosas!

    ¿Quién se compara contigo, oh Dios?

20 Has permitido que sufra muchas privaciones,

    pero volverás a darme vida

    y me levantarás de las profundidades de la tierra.

21 Me restaurarás incluso a mayor honor

    y me consolarás una vez más.




Estimado lector, 
Al parecer, este salmo fue escrito por David cuando ya estaba en avanzada edad. Esta fue una oración de un creyente anciano, que había vivido lo suficiente para ejercitar su fe, fortalecida por una larga y notable experiencia, y que ahora suplicaba contra sus enemigos y pedía seguir siendo bendecido.

El salmista tuvo la fortuna de haber seguido a Dios y haber aprendido de Él desde su juventud. Este conocimiento lo beneficiaba ahora en su vejez, donde aún declaraba las maravillas de Dios. David consideraba la grandeza de Dios, primero en que su justicia era muy superior a la de los hombres, y luego en que Dios es quien ha hecho cosas tan maravillosas, más allá de lo que los hombres pueden hacer. 

Los creyentes, sin importar la edad, ya sea que hayan tenido la dicha de llegar a los pies de Cristo desde jóvenes o no, deben vivir seguros de la liberación de la muerte y del pecado, y pasar sus días adorando a Dios, maravillados por su grandeza, hablando de su justicia, proclamando el Evangelio y cantando alabanzas. Al hacer esto, vivirán por encima de los miedos y las enfermedades, y tendrán deseos de las alegrías del cielo.

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES