Septiembre 07 de 2022
ALABADOS POR CRISTO ANTES QUE POR LOS
HOMBRES.
1 Corintios 4:3-4
3 En cuanto a
mí, me importa muy poco cómo me califiquen ustedes o cualquier autoridad
humana. Ni siquiera confío en mi propio juicio en este sentido.
4 Tengo la
conciencia limpia, pero eso no demuestra que yo tenga razón. Es el Señor mismo
quien me evaluará y tomará la decisión.
Estimado lector:
Aunque con expresiones como estas
pudiera parecer poco sensible o antisocial, Pablo demostró a lo largo de todo
su ministerio que sí le afectaban las opiniones de otros.
Él defendía su apostolado con gran
sentimiento, sobre todo cuando era desafiado por los críticos, sin embargo, su
vida no estaba influenciada por esas opiniones. Por eso no le preocupaban los
juicios del tribunal de otros, ni aun el de su propia conciencia, ya que sabía
de antemano que casi siempre podría ser muy duro o muy blando con él mismo, y
eso no lo justificaba delante de Dios.
Pablo sabía que su justicia venía de
Jesús, no de su propia vida personal, a pesar de que llevaba un caminar
piadoso.
Aplicación personal
Es una característica de la
naturaleza humana ser exigentes con los demás e indulgentes consigo mismo, por
esto es un consuelo saber que los hombres no son los jueces finales de un
creyente, ni aun ellos mismos están capacitados para justificarse o aún peor
juzgar a otros. Finalmente, los verdaderos siervos de Dios han de darse a
conocer por los frutos que hay en sus vidas y en sus obras, no por buscar la
aprobación del mundo. Son hombres con buena conciencia y que buscan, ser
alabados y recompensados por Dios.
¿Qué te dice Dios en este día?
¿Cómo lo vas a aplicar hoy?
¿En qué área específica de tu vida?
Emocional _ Familiar _ Espiritual _
Financiera _ Otro _
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”