AVIVAMIENTO Y RESTAURACIÓN EN LA IGLESIA

Agosto 14 de 2024

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

AVIVAMIENTO Y RESTAURACIÓN EN LA IGLESIA


SALMOS 85:1-7

¡Señor, tú derramaste bendiciones sobre tu tierra!

    Devolviste el bienestar a Israel.

2 Perdonaste la culpa de tu pueblo;

    sí, cubriste todos sus pecados. Interludio

3 Contuviste tu furia

    y refrenaste tu enojo encendido.

4 Ahora, restáuranos, oh Dios de nuestra salvación;

    aparta tu enojo de nosotros una vez más.

5 ¿Seguirás enojado con nosotros para siempre?

    ¿Extenderás tu ira a todas las generaciones?

6 ¿No volverás a darnos vida,

    para que tu pueblo pueda alegrarse en ti?

7 Muéstranos tu amor inagotable, oh Señor,

    y concédenos tu salvación.


https://youtu.be/cggu3tZuQso?si=AfDPxCKagEprXHEo


    Estimado lector, 

El salmista encontró alivio en el cuidado de Dios por Su tierra, el territorio de Israel. La Biblia enseña que toda la tierra pertenece al Señor (Salmo 24:1), y, sin embargo, hay una manera innegable en la que Israel es Su posesión especial.


El salmista estaba interesado en la relación con Dios. La iniquidad que una vez obstaculizó la relación ahora había sido quitada. Esta idea era tan importante y valiosa para el salmista que la repitió en diferentes palabras, siguiendo el estilo de la poesía hebrea.


En el versículo 3, agradeció a Dios por apartar el ardor de Su ira. Esa obra en el pasado fue la base de esta oración: "Señor, hazlo de nuevo". ¿No volverás a darnos vida para que tu pueblo se alegre en ti? Esta es una oración sencilla y maravillosa por avivamiento. Reconocía que el avivamiento no es obra del hombre, sino que es dado por Dios. Sin embargo, también reconoció que uno puede y debe orar por avivamiento y hacerlo con expectación piadosa.


El verdadero avivamiento demuestra que la salvación es obra de Dios. Jonás vio una gran obra de avivamiento en Nínive, que fluía de su aceptación del gran principio: la salvación es de Jehová (Jonás 2:9). Hoy, los cristianos, somos quienes estamos llamados a predicar la salvación de Jesucristo.


4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES