Agosto 27 de 2025
BENDICIÓN A LOS QUE PERMANECEN.
MATEO 11:4-6
4 Jesús les dijo:
—Regresen a Juan y cuéntenle lo que han oído y visto: 5 los
ciegos ven, los cojos caminan bien, los que tienen lepra son curados, los
sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les predica la Buena
Noticia. 6 —Y agregó—: Dios bendice a los que
no se apartan por causa de mí.
https://youtu.be/f0gPfw6jj0Y?si=ZSkF0U4Weihnd5Ku
Estimado lector:
El relato presenta la respuesta de Jesús a la
pregunta enviada por Juan el Bautista a través de sus discípulos, con el
propósito de confirmar si Él era realmente el Mesías esperado. En lugar de
ofrecer una afirmación directa, Jesús orientó la atención hacia sus obras.
Estas acciones cumplían las profecías mesiánicas, evidenciando que su misión
estaba en marcha.
Jesús, sin embargo, dejó claro que su
mesianismo no respondía a las expectativas de un líder político o militar que
liberaría a Israel del dominio romano. Su poder se manifestaba a través de
actos de misericordia, servicio y restauración dirigidos a los marginados y
olvidados, desafiando así los esquemas tradicionales de la época.
El pasaje concluye con una declaración
significativa: “Dios bendice a los que no se apartan por causa de mí.” Esta
afirmación recuerda que la verdadera dicha no reside en una fe basada en
expectativas humanas, sino en la disposición a confiar, incluso cuando la
revelación de Dios contradice los modelos establecidos.
La enseñanza central del pasaje invita a una
fe madura: aquella que no se ofende ante un Mesías, que actúa con humildad, que
elige el camino del servicio y que no responde a las expectativas terrenales.
La bendición es para quienes, aun en medio de la incertidumbre, eligen
perseverar en la confianza.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”