Agosto 15 de 2022
CRISTO NUESTRA MAYOR
GLORIA
1
Corintios 1:30-31 NTV
30 Dios los ha unido a ustedes con Cristo Jesús. Dios hizo que él fuera la sabiduría misma para nuestro beneficio. Cristo nos hizo justos ante Dios; nos hizo puros y santos y nos liberó del pecado. 31 Por lo tanto, como dicen las Escrituras: «Si alguien quiere jactarse, que se jacte solamente del Señor».
ESTIMADO
LECTOR.
Para
todo cristiano, Jesús es su justicia, su santidad y su redención. Cuando Dios
obra en la vida de los seres humanos, hace una obra completa que merece la
total admiración: otorga la sabiduría a través de la revelación de su palabra,
declara justo al hombre y libre de la condenación eterna, lo santifica
limpiándolo de todo pecado y lo redime en toda su vida. Esta es la verdadera
gloria del cristianismo, que aun siendo pecadores el Señor les restaura y les
otorga sus buenas dádivas.
Los
cristianos no son perfectos, pero por el sacrificio amoroso de Jesús, ante los
ojos de Dios, les hace justos, santos y redimidos. ¡Esto se llama gracia
maravillosa!
¡Él
es todo lo que se necesita! Por ello el mayor motivo de gloria, debiera
encontrarse en El Señor. Por esto, una reflexión que todo cristiano debe
hacerse es ¿En qué me glorío? ¿De qué me enorgullezco? ¿Será acaso de los
títulos que tengo, o de la sabiduría y el conocimiento, o de los bienes
materiales o de influencia y poder humano? Si la respuesta es SI, es importante
recordar que la mayor gloria de un creyente está en el Señor Jesucristo.
El
mayor deseo como Iglesia es que puedas recibirle en su vida aceptando la obra
que Él realizó a favor tuyo en la cruz, de esa manera pasarás a vivir la
realidad de la vida eterna.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”