DEBEMOS CONFIAR EN DIOS

Marzo 19 de 2024

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

 

DEBEMOS CONFIAR EN DIOS

 

SALMOS 55:16-21

16 Pero clamaré a Dios,
    y el Señor me rescatará.
17 Mañana, tarde y noche
    clamo en medio de mi angustia,
    y el Señor oye mi voz.
18 Él me rescata y me mantiene a salvo
    de la batalla que se libra en mi contra,
    aunque muchos todavía se me oponen.
19 Dios, quien siempre ha gobernado,
    me oirá y los humillará. Interludio
Pues mis enemigos se niegan a cambiar de rumbo;
    no tienen temor de Dios.

20 En cuanto a mi compañero, él traicionó a sus amigos;
    no cumplió sus promesas.
21 Sus palabras son tan suaves como la mantequilla,
    pero en su corazón hay guerra.
Sus palabras son tan relajantes como una loción,
    ¡pero por debajo son dagas!

 

https://youtu.be/vPHrzRPIYzg?si=GZuA5UfiPXohVDaD

 

Estimado lector:

 

Este Salmo de lamento fue hecho por David en medio de una situación muy difícil, donde no había autoridad en Israel. Muchos amenazaban su vida y la anarquía afligía a la ciudad: luchas, violencia, iniquidad y malicia, destrucción, opresión y engaño acechaban en las murallas y en las calles. La rebelión de Absalón y la traición de Ahitofel contra David dejaron a la ciudad sin autoridad. La crisis era tal que él repetía su oración en cada hora establecida para la adoración en el templo.

 

A David se le aseguró, quizá por un sacerdote o profeta, que Dios nunca deja que sus fieles caigan, y que Dios llevaría a sus enemigos hasta la fosa.

 

Orar en la mañana, en la tarde y en la noche es sin duda una manera excelente de mantener prioridades legítimas a lo largo de cada día. Las oraciones del pueblo de Dios son el arma principal contra el mal que abruma al mundo.

 

La mezcla de petición y lamento en la primera parte del Salmo refleja la tempestad interna que David sufría, en contraste con el tono calmado de seguridad con el que terminó la oración. Incluso aquellos que están especialmente cerca de Dios, como David, tienen momentos en los que desean huir de todo y escapar de los problemas y presiones de la vida.

 

Dios quiere llevar las cargas, pero a menudo seguimos llevándolas nosotros mismos, incluso cuando decimos que confiamos en Él. Confíe en que la misma fuerza que lo sostiene también puede llevar sus cargas.

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES