Diciembre 04 de 2024
DIOS ÚNICO, NO
HAY OTRO
SALMOS 115:1-8
No a nosotros,
oh Señor, no a nosotros,
sino a tu nombre le corresponde toda la gloria,
por tu amor inagotable y tu fidelidad.
2 ¿Por qué dejar que las naciones digan:
«Dónde está el Dios de Israel»?
3 Nuestro Dios está en los cielos
y hace lo que le place.
4 Los ídolos de ellos no son más que objetos de plata y
oro;
manos humanas les dieron forma.
5 Tienen boca pero no pueden hablar,
tienen ojos pero no pueden ver.
6 Tienen oídos pero no pueden oír,
y tienen nariz, pero no pueden oler.
7 Tienen manos pero no pueden sentir,
tienen pies pero no pueden caminar,
y tienen garganta pero no pueden emitir sonidos.
8 Y los que hacen ídolos son iguales a ellos,
como también todos los que confían en ellos.
https://youtu.be/qhl4FGcl_Mo?si=0Gkjgph__bLNsU8C
Estimado
lector:
El autor de
este salmo comprendía que cuando Dios realizaba maravillas, la gloria debía ser
exclusivamente para Él y no para su pueblo. Las naciones, en su mayoría,
rendían culto a seres imaginarios o proyecciones de sus propios deseos y
pasiones. En el peor de los casos, adoraban a espíritus demoníacos. Sin
embargo, el Dios de Israel, el Dios del pacto, es único: vive y reina en los
cielos y actúa conforme a su voluntad.
El salmista
denuncia la insensatez de la idolatría, destacando que los hombres fabricaban
ídolos de plata y oro con sus propias manos, otorgándoles características
humanas: boca, ojos, manos, etc. Sin embargo, estos ídolos no podían hacer nada
de lo que sus creadores hacían: no hablaban, no veían, no escuchaban, no olían,
no tocaban, no caminaban ni emitían sonido alguno. ¡Era absurdo que los hombres
adoraran objetos tan inferiores a ellos mismos!
Este salmo
establece un contraste poderoso entre el Dios vivo de Israel y los ídolos
inertes. Dios creó todo; los ídolos son creados por hombres. Dios está en los
cielos; los ídolos, en la tierra. Dios actúa, responde, salva y escucha,
mientras que los ídolos son ciegos, sordos e impotentes.
La adoración
inevitablemente moldea al adorador. Los hombres diseñan dioses a su imagen,
pero esos dioses los transforman según su naturaleza. Mientras que la idolatría
degrada, el cristianismo eleva al creyente, llevándolo hacia la
semejanza de Cristo.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”