Diciembre 03 de 2022
DONES PARA MINISTRAR CON LOS OJOS
Hechos 8:26-40
Felipe y el etíope
Un ángel del Señor
habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que
desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levantó
y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los
etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén
para adorar, volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta
Isaías. Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese
carro. Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero
¿entiendes lo que lees? Él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñaré?
Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él. El pasaje de la Escritura
que leía era este:
Como oveja a la
muerte fue llevado;
Y como cordero mudo
delante del que lo trasquila,
Así no abrió su
boca.
En su humillación
no se le hizo justicia;
Mas su generación,
¿quién la contará?
Porque fue quitada
de la tierra su vida.
Respondiendo el
eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto;
de sí mismo, ¿o de algún otro? Entonces Felipe, abriendo su boca, y
comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Y yendo
por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué
impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien
puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y
mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le
bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a
Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. Pero Felipe
se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades,
hasta que llegó a Cesarea.
Estimado lector:
En la ciudad de
Samaria se estaba dando un gran movimiento del Espíritu Santo, quien guio a
Felipe a dejar todo y salir de allí a completar otra misión. Y Felipe fue
obediente.
En aquel lugar, El
Espíritu Santo preparaba y orquestaba la conversión de un alto oficial de la
reina de Etiopía. Un hombre que llevaría luego el evangelio a todo un
continente.
Con la confianza de
quien se deja guiar por el Espíritu santo, Felipe identificó la necesidad de
aquel hombre sediento, que anhelaba conocer más a Dios a través de la lectura
de Su Palabra. Y compartieron un precioso tiempo, que concluyó con una
declaración genuina de fe en Jesucristo, y con el bautismo en aguas.
Y es que cuando un
hijo de Dios predica el evangelio, el Espíritu Santo muestra y revela a Cristo
con claridad a través de la Palabra. Él guía, y prepara de antemano los corazones.
Es importante, no
solo estar equipados para responder las preguntas de los que buscan la verdad;
sino muy atentos a obedecer la voz del Espíritu Santo, y prestos con los ojos
físicos y espirituales, en un mundo que necesita conocer a Jesús.
¿Qué te dice Dios
en este día?
¿Cómo lo vas a
aplicar hoy?
¿En qué área
específica de tu vida?
Emocional _
Familiar _ Espiritual _ Financiera _ Otro _
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”