ÉL ES EL REY QUE NOS REVISTE DE AUTORIDAD

Noviembre 21 de 2024

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

 

ÉL ES EL REY QUE NOS REVISTE DE AUTORIDAD

 

SALMOS 110:1-4

El Señor le dijo a mi Señor:
    «Siéntate en el lugar de honor a mi derecha,
hasta que humille a tus enemigos
    y los ponga por debajo de tus pies».

El Señor extenderá tu poderoso reino desde Jerusalén,
    y gobernarás a tus enemigos.
Cuando vayas a la guerra,
    tu pueblo te servirá por voluntad propia.
Estás envuelto en vestiduras santas,
    y tu fuerza se renovará cada día como el rocío de la mañana.

El Señor ha hecho un juramento y no romperá su promesa:
    «Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec».

 

https://youtu.be/cTiDYQgg1Lk?si=ipBuOiQ5NdZI9sll

 

 

Estimado lector:

 

Este salmo, atribuido a David, es uno de los más citados en el Nuevo Testamento y se considera una profecía mesiánica. En su contexto histórico, Israel esperaba un rey que trajera justicia y paz. La expresión "Siéntate a mi derecha" (v.1) indica un lugar de honor y autoridad, mientras que "Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies" representa la victoria total sobre los adversarios.

 

El texto tiene una estructura poética y emplea paralelismos hebreos. La frase "Así dijo el Señor a mi Señor" es clave: el primer “Señor” (Yahvé) es el Dios de Israel, mientras que el segundo “señor” se refiere al Mesías. El lenguaje se vuelve profético y en segunda persona ("tú eres sacerdote para siempre", v.4), uniendo en una sola figura los roles de rey y sacerdote.

 

Este pasaje invita a reflexionar sobre el liderazgo divino y la certeza de su justicia. Al confiar en un "rey" espiritual que intercede y guía, se encuentra consuelo y dirección en tiempos de incertidumbre. La promesa de un liderazgo confiable y una victoria final sobre el mal es un mensaje esperanzador en un mundo donde la paz y la justicia son, a menudo, frágiles.

 

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES