Diciembre 25 de 2023
EL MESÍAS HA LLEGADO
Mateo 1:18-21 NTV
18 Este es el relato de cómo nació Jesús el Mesías. Su madre, María, estaba comprometida para casarse con José, pero antes de que la boda se realizara, mientras todavía era virgen, quedó embarazada mediante el poder del Espíritu Santo.
19 José, su prometido, era un hombre justo y no
quiso avergonzarla en público; por lo tanto, decidió romper el compromiso en
privado.
20 Mientras consideraba esa posibilidad, un ángel del Señor se le apareció en un sueño. «José, hijo de David—le dijo el ángel—, no tengas miedo de recibir a María por esposa, porque el niño que lleva dentro de ella fue concebido por el Espíritu Santo.
21 Y tendrá un hijo y lo llamarás
Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».
https://youtu.be/uVRawQbySgI?si=LlnYiy5XZPqxbkrM
Estimado lector:
El interés de Mateo difiere de los otros tres
evangelistas, en particular de Lucas, quien proporciona detalles muy precisos
sobre ese momento. Mateo se enfoca en presentar a Jesús como el cumplimiento de
las promesas de redención para el pueblo de Dios.
Los tres puntos más relevantes de este pasaje
son:
1. María
era virgen: La virginidad de María en el momento de la concepción de Jesús era
una condición necesaria para demostrar que en Él se cumplían las profecías que
anunciaban al pueblo de Israel la llegada de un Mesías, que sería Rey de los
Judíos y el Salvador de su pueblo.
2. Quedó
embarazada por el poder del Espíritu Santo: Su concepción sobrenatural
garantiza que en su naturaleza no existía pecado, y, por lo tanto, con su
nacimiento, el reino de los cielos finalmente llegaba a la tierra.
3. El
Padre, a través de José, garantizó un linaje real para Jesús, un aspecto
crucial para Mateo, quien originalmente escribía a la audiencia judía. Cuando
el ángel saludó a José como "Hijo de David", estaba destacando
precisamente lo afirmado en el capítulo 1, versículo 1, que Jesús era el Hijo
de David.
Jesús, el Mesías prometido sobre el cual
hablaron los profetas, libera al pecador del castigo de su pecado.
Posteriormente, a ese pecador arrepentido y ahora creyente, lo libera del poder
del pecado. Finalmente, la presencia de Jesús libera al creyente salvo de la
presencia del pecado.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”