Febrero 10 de 2025
EN EL RECHAZO SE HALLA TAMBIÉN BENDICIÓN
SALMOS 119:21-24
21 Tú
reprendes al arrogante;
los que se alejan de tus mandatos son malditos.
22 No permitas que se burlen de mí y me insulten,
pues he obedecido tus leyes.
23 Hasta los príncipes se sientan y hablan contra mí,
pero yo meditaré en tus decretos.
24 Tus leyes me agradan;
me dan sabios consejos.
https://youtu.be/t6y3yJiW_l4?si=rAEdm42iReP3o4kg
Estimado lector:
Este mensaje está dirigido a quienes han sentido el peso de
las críticas, recordándoles que Dios no solo observa su esfuerzo, sino que
también los sostiene y anima a perseverar. En Su Palabra se encuentra dirección
y consuelo, y hasta los reproches del mundo pueden convertirse en herramientas
que Dios usa para moldear y fortalecer el carácter.
El hambre espiritual que surge en el corazón es una señal
clara de que Dios está obrando en la vida de una persona. No se trata de
cumplir normas o de adquirir un conocimiento meramente intelectual, sino de
profundizar en una relación viva con el Creador. Aunque este anhelo puede ir
acompañado de desafíos o incluso críticas externas, es precisamente ese deseo
el que impulsa a buscar más de Su presencia y ser transformado. Cada momento de
dificultad puede convertirse en una oportunidad para crecer y acercarse más a
Él.
Vivir con integridad en medio de la oposición puede ser
difícil, pero tiene un valor eterno. Las críticas o el desprecio de otros no
definen a una persona; lo que realmente importa es el propósito único que Dios
ha diseñado para cada vida. Quien pone su confianza en Dios y permanece firme
en Su Palabra encuentra una paz que trasciende cualquier adversidad.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”