Diciembre 31 de 2022
ESTOY TRANQUILO, DIOS ME SOSTIENE DE MI DIESTRA
Isaías 41:13 (Tomado de su mano)
Pues yo te sostengo de tu mano
derecha: yo, el Señor tu Dios.
Y te digo: “No tengas miedo, aquí estoy para ayudarte.
Estimado Lector,
El temor es una de las principales herramientas del
enemigo para distanciarnos del Señor y dejarnos inmersos en un mar de
pensamientos que no nos favorecen cuando nos encontramos en situaciones
difíciles.
El Señor es claro y dice que “No debemos temer a las
dificultades o aflicciones que enfrentamos” sencillamente porque Él es Dios y
nos sostiene de nuestra mano derecha.
Dios es el Protector de los débiles; el Sanador de los
enfermos; el Proveedor de los necesitados; la Justicia de los oprimidos; el
Consejero en medio de la crisis.
Dios es nuestra fuerza y está con nosotros para no
dejarnos desmayar (Isaías 41: 10). Dios es un Dios de todos los días y es un
Dios de todas las noches, porque Él siempre está con nosotros para ayudarnos y
sostenernos. Dios es nuestra justicia, Él hará que nuestros enemigos sean
avergonzados y Él quitará de delante de nosotros todo aquel que pretenda
contienda.
Dios nos ha tomado de nuestra mano derecha para hacernos
cumplidores de Su Palabra y así defendernos del enemigo, para hacernos
esforzados y edificarnos en Su bondad.
La humillación delante de Dios, reconociendo que sin Él
nada podemos hacer, hará que Él mismo nos exalte cuando
fuere nuestro tiempo.
¿Qué te dice Dios en este día?
¿Cómo lo vas a aplicar hoy?
¿En qué área específica de tu vida?
Emocional _ Familiar _ Espiritual _ Financiera _ Otro
_
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”