Agosto 23 de 2025
FIDELIDAD Y COMPROMISO CON JESÚS
MATEO 10:32-39
32 »Todo aquel que me
reconozca en público aquí en la tierra también lo reconoceré delante de mi
Padre en el cielo; 33 pero al que me niegue aquí en
la tierra también yo lo negaré delante de mi Padre en el cielo.
34 »¡No crean que vine a
traer paz a la tierra! No vine a traer paz, sino espada.
35 “He venido a poner a un
hombre contra su padre,
a una hija contra su madre
y a una nuera contra su suegra.
36 ¡Sus enemigos estarán dentro
de su propia casa!” .
37 »Si amas a tu padre o a
tu madre más que a mí, no eres digno de ser mío; si amas a tu hijo o a tu hija
más que a mí, no eres digno de ser mío. 38 Si te
niegas a tomar tu cruz y a seguirme, no eres digno de ser mío. 39 Si
te aferras a tu vida, la perderás; pero, si entregas tu vida por mí, la
salvarás.
https://youtu.be/J6SIakeIuCs?si=Gc-pQRn7G6ZvdmDB
Estimado lector:
Este pasaje presenta una instrucción clara
sobre la importancia de la confesión pública de fe y sus implicaciones para la
vida del creyente. Se establece que quien confiese a Cristo ante los hombres
será reconocido por Él ante el Padre celestial, mientras que quien lo niegue
será igualmente negado. La fe en Jesús, lejos de garantizar aceptación humana,
puede generar conflictos incluso dentro del núcleo familiar. El verdadero
discípulo debe estar dispuesto a tomar su cruz y seguirle, aunque esto implique
la pérdida de la vida terrenal.
Confesar a Cristo implica reconocerlo como el
Mesías, el Hijo de Dios, y afirmar que la fe en Él es el único camino para
llegar al Padre (Juan 14:6). La escena puede compararse con un juicio, en el
que Jesús actúa como testigo ante el Padre, cuyas palabras prevalecen sobre las
acusaciones de los enemigos. Este reconocimiento ante Dios representa la
diferencia entre la vida y la muerte eterna.
En síntesis, el pasaje constituye un llamado a
la fidelidad y al compromiso total, destacando que la confesión pública de fe y
la disposición a asumir la cruz son condiciones esenciales para ser considerado
un verdadero discípulo.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”