Agosto 13 de 2024
HAMBRE Y SED POR LA CERCANÍA DE DIOS
SALMOS 84:9-12
9 ¡Oh Dios, mira con favor al rey, nuestro escudo!
Muestra bondad a quien has ungido.
10 Un solo día en tus atrios
¡es mejor que mil en cualquier otro lugar!
Prefiero ser un portero en la casa de mi Dios
que vivir la buena vida en la casa de los perversos.
11 Pues el Señor Dios es nuestro sol y nuestro escudo;
él nos da gracia y gloria.
El Señor no negará ningún bien
a quienes hacen lo que es correcto.
12 Oh Señor de los Ejércitos Celestiales,
¡qué alegría tienen los que confían en ti!
https://youtu.be/HorzjBuUjSY?si=cckrDW1h8egOp_u3
Estimado lector:
Se dice que, el cumplimiento de toda promesa debe estar precedido por el cumplimiento de una condición. Esta promesa se dirige específicamente a todo creyente que, con sinceridad, desea y trata de llevar una vida recta y piadosa.
Amar y desear estar en la casa de Dios, manteniéndose en integridad, se convierte en una bendición para el creyente; pues disfruta de Dios como fuente de bendición (sol), y defensa (escudo), como dice el versículo 11. Y, de esta manera, recibe de Su generosa Gracia y Gloria.
A todo creyente que desea ser bendecido o dichoso, que desea tener un corazón realmente libre, y que anhela cobrar fuerzas mientras enfrenta el camino largo y arriesgado de la vida, el Salmo 84 le asegura que, todo está disponible para aquel que alaba al Señor, que le sigue, y que confía en Él.
LO MEJOR QUE SE PUEDE HACER, ES INSISTIR ADORANDO Y GLORIFICANDO SU NOMBRE, A PESAR DE LO QUE SE ESTÉ VIVIENDO. ¡PORQUE ÉL NUNCA FALLARÁ…..!!!!!!
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”