¿HOY NECESITAMOS SEÑALES PARA CREER?

Septiembre 12 de 2025

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

¿HOY NECESITAMOS SEÑALES PARA CREER?

 

MATEO 12:41-42

41 »El día del juicio los habitantes de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron de sus pecados al escuchar la predicación de Jonás. Ahora alguien superior a Jonás está aquí, pero ustedes se niegan a arrepentirse. 

42 La reina de Saba también se levantará contra esta generación el día del juicio y la condenará, porque vino de una tierra lejana para oír la sabiduría de Salomón. Ahora alguien superior a Salomón está aquí, pero ustedes se niegan a escuchar.

https://youtu.be/tVzO75zO14Y?si=YGAhB6E-W86cThoP

 

Estimado lector: 

En varias ocasiones, los escribas y fariseos, con intenciones de poner a prueba la autoridad de Jesús, solicitaron una “señal” que validara su identidad y mensaje. La respuesta de Jesús se apoyó en las Escrituras del Antiguo Testamento, haciendo referencia a dos relatos y a sus protagonistas: Jonás y Salomón.

Ambos ejemplos señalan una verdad fundamental: aun en medio de la maldad y la incredulidad, el camino hacia la restauración siempre pasa por el arrepentimiento. Jonás, un hombre común que inicialmente se resistió a su misión, llevó finalmente a los habitantes de Nínive al arrepentimiento mediante su predicación. Salomón, dotado de gran sabiduría y autoridad, fue buscado por la reina del Sur, quien emprendió un largo viaje para escuchar su enseñanza.

Jesús se presentó como alguien “más grande” que Jonás y que Salomón. Su mensaje de arrepentimiento y salvación es superior al de Jonás, y su sabiduría, de origen divino y con un reino eterno, trasciende toda sabiduría humana.

La afirmación de que Jesús es “más grande” no se limita a Jonás y Salomón; también supera a Moisés, a Elías, a los ángeles y a todo mensajero previo. Rechazar su mensaje equivale a rechazar la mayor revelación de Dios y la esperanza más profunda ofrecida a la humanidad.

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES