ISRAEL: LLAMADA LA VID

Agosto 02 de 2024

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

ISRAEL: LLAMADA LA VID


SALMOS 80:8-11

8 Nos sacaste de Egipto como a una vid;

    expulsaste a las naciones paganas y nos trasplantaste a tu tierra.

9 Limpiaste el terreno para nosotros,

    y echamos raíces y llenamos la tierra.

10 Nuestra sombra cubrió las montañas;

    nuestras ramas cubrieron los poderosos cedros.

11 Extendimos las ramas al occidente, hacia el mar Mediterráneo;

    nuestros retoños se extendieron al oriente, hacia el río Éufrates


https://youtu.be/rdpLTrXtFLU?si=x7-wlFxdWsOZ6l9p


Estimado lector: 

En este salmo de Asaf, el salmista señala a un Dios enojado porque parece no escuchar sus oraciones. Describe a una nación que llora, enfrentando tribulación e impotencia, sin encontrar salida, y a enemigos que se burlan, como los moabitas y amonitas que los rodeaban, creando una "trilogía de aflicciones".

"Nos sacaste como una vid de Egipto": La vid es una ilustración familiar de Israel en el Antiguo Testamento. Esta vid fue trasplantada de Egipto a la Tierra Prometida, donde Dios la plantó, haciendo sitio al expulsar a las naciones cananeas.

Muchos pasajes del Antiguo Testamento hablan de Israel como una vid: Isaías 5:1, Jeremías 2:21, Ezequiel 17:5-6, Oseas 10:1, Joel 1:7, Deuteronomio 32:32-33. El Nuevo Testamento también aplica esta figura a Israel (Mateo 20:1, Mateo 21:33, Marcos 12:1), y luego más ampliamente al pueblo de Dios en general.

La vid es una planta débil y humilde que necesita apoyo; cuando es sustentada, puede ser exuberante, a menos que sea restringida por el cuchillo de podar. Es capaz de producir la fruta más valiosa, pero si es estéril, es la menos rentable entre los árboles y apta solo para las llamas.

De este salmo, se debe aprender que Dios nunca nos dejará ni desamparará. Aunque como creyente se sienta que Dios no escucha las oraciones cuando se está pasando por situaciones difíciles, Él asegura que serán pasajeras, pero su gracia y misericordia son para siempre.


4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES