JEHOVÁ REDUCE A LA NADA AL ENEMIGO DE SU PUEBLO

Noviembre 16 de 2024

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

 

JEHOVÁ REDUCE A LA NADA AL ENEMIGO DE SU PUEBLO

 

SALMOS 109:14-20

14 Que el Señor jamás olvide los pecados de su padre;
    que los pecados de su madre nunca se borren de los registros.
15 Que el Señor siempre recuerde estos pecados,
    y que su nombre desaparezca de la memoria humana.
16 Pues rehusó mostrar bondad a los demás;
    persiguió al pobre y al necesitado,
    y acosó hasta la muerte a los de corazón quebrantado.
17 Le encantaba maldecir a otros;
    ahora, maldícelo tú a él.
Jamás bendijo a nadie;
    ahora, no lo bendigas a él.
18 Maldecir le resulta tan natural como la ropa que usa,
    o el agua que bebe
    o los alimentos deliciosos que come.
19 Ahora, que sus maldiciones se vuelvan en su contra y se le peguen como la ropa;
    que le aprieten como un cinturón».

20 Que esas maldiciones sean el castigo del Señor
    para los acusadores que hablan mal de mí.

 

https://youtu.be/bOWp2UmzFGk?si=ojFfySYOSf4zhKZS

 

 

Estimado lector:

 

La gran diferencia entre los hijos del mundo y los hijos de Dios radica en que los pecados del mundo los darán a conocer por el rastro oscuro que los identifica, pues sus pecados no han sido borrados. En cambio, a sus hijos, Jehová ilumina sus vidas con la presencia de Su Espíritu Santo, sin dejar huella alguna, debido al perdón y al olvido de Abba (Dios Padre).

 

Satanás no deja de arremeter implacable y constantemente contra los hijos de Dios, debido al odio que lleva al verlos llenos de la relación con Emanuel (Dios con nosotros) y al observar la expectativa firme de que Él actuará a su favor.

 

Jehová Rafa, quien sana las heridas de sus hijos causadas por el malhechor, cambia sus vestiduras, mientras que los hijos de Satanás conservan su indumentaria y naturaleza pecaminosa.

 

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES