JESUCRISTO NO HACE ACEPCIÓN DE PERSONAS

Agosto 05 de 2025

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

JESUCRISTO NO HACE ACEPCIÓN DE PERSONAS

 

MATEO 9:9-11

Jesús llama a Mateo

Mientras caminaba, Jesús vio a un hombre llamado Mateo sentado en su cabina de cobrador de impuestos. «Sígueme y sé mi discípulo», le dijo Jesús. Entonces Mateo se levantó y lo siguió.

10 Más tarde, Mateo invitó a Jesús y a sus discípulos a una cena en su casa, junto con muchos cobradores de impuestos y otros pecadores de mala fama. 11 Cuando los fariseos vieron esto, preguntaron a los discípulos: «¿Por qué su maestro come con semejante escoria?».

 

 

https://youtu.be/5hC5nKr-yUY?si=AzkPHnajblOjrC-L

 

 

Estimado lector:

 

Los recaudadores de impuestos, además de ser considerados pecadores públicos, eran vistos como traidores al colaborar con el dominio romano en perjuicio de su propio pueblo. El lugar donde ejercían su función —el banco de los tributos públicos— simbolizaba una actividad despreciada por la mayoría.

 

Cuando algunos cuestionaron por qué Jesús comía con publicanos y pecadores, la respuesta fue clara: Jesús se acercaba a quienes más necesitaban redención. Esta actitud revela el corazón del mensaje del Evangelio: acercarse a los necesitados, no a los justos aparentes. (Romanos 5:8)

 

Mateo, quien antes recaudaba impuestos, dejó su oficio, pero conservó una herramienta de valor: la pluma. Aquella habilidad, antes usada para registros fiscales, fue empleada para escribir el primer Evangelio, testimonio del ministerio y las enseñanzas de Jesús.

 

El contexto indica que la cena en la casa de Mateo reunió a sus antiguos compañeros, un entorno aprovechado por Jesús para extender su mensaje. Este ejemplo enseña que los espacios cotidianos pueden convertirse en plataformas para el encuentro con lo divino, y que incluso las habilidades desarrolladas en otros contextos pueden ser puestas al servicio del Reino de Dios.

 

Pasajes como Santiago 5:20, Proverbios 11:30 y Mateo 28:19, respaldan esta visión de aprovechar cada oportunidad y relación para llevar luz a quienes aún no la han recibido.

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES