Agosto 04 de 2025
JESUCRISTO TE PERDONA Y SANA
MATEO 9:4-8
4 Jesús sabía lo que
ellos estaban pensando, así que les preguntó: «¿Por qué tienen
pensamientos tan malvados en el corazón? 5 ¿Qué es
más fácil decir: “Tus pecados son perdonados” o “Ponte de pie y camina”? 6 Así
que les demostraré que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra
para perdonar pecados». Entonces Jesús miró al paralítico y dijo: «¡Ponte
de pie, toma tu camilla y vete a tu casa!».
7 ¡El hombre se levantó
de un salto y se fue a su casa! 8 Al ver esto, el
temor se apoderó de la multitud y alabaron a Dios por darles semejante
autoridad a los seres humanos.
https://youtu.be/8SrXVhTJrH8?si=6SrUIYhvUA6TBvn4
Estimado Lector:
Esta afirmación parece tener fundamento en el
texto de Salmos 103:3, que declara: “Él es quien perdona todas tus iniquidades,
el que sana todas tus dolencias”. En dicho versículo, se observa un orden
significativo: el perdón precede a la sanidad.
Tanto el perdón como la sanidad son acciones
imposibles de lograr por medios meramente humanos. No obstante, mientras el
perdón de los pecados no puede observarse de manera visible e inmediata, la
sanidad física sí puede ser evidenciada a través de resultados concretos.
Este principio invita a reflexionar sobre la
importancia de atender primero el estado espiritual. Ante cualquier situación
de lucha, ya sea en el plano natural o espiritual, la Escritura enseña que “el
caballo se alista para el día de la batalla, pero Jehová es quien da la
victoria” (Proverbios 21:31).
A la luz
de la Palabra, se exhorta a buscar el perdón de Dios desde un corazón
arrepentido, reconociendo que el arrepentimiento sincero y el perdón divino
suelen preceder a las manifestaciones de victoria en cualquier área de la vida.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”