JESÚS ES EL SEÑOR DEL DESCANSO

Septiembre 03 de 2025

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

 

JESÚS ES EL SEÑOR DEL DESCANSO

 

MATEO 12:1-8

Discusión acerca del día de descanso

Por ese tiempo, Jesús caminaba en el día de descanso por unos terrenos sembrados. Sus discípulos tenían hambre, entonces comenzaron a arrancar unas espigas de grano y a comérselas. 

Algunos fariseos los vieron y protestaron:

—Mira, tus discípulos violan la ley al cosechar granos en el día de descanso.

Jesús les dijo:

—¿No han leído en las Escrituras lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre? 

Entró en la casa de Dios, y él y sus compañeros violaron la ley al comer los panes sagrados, que solo a los sacerdotes se les permitía comer. 

¿Y no han leído en la ley de Moisés que los sacerdotes de turno en el templo pueden trabajar en el día de descanso? 

Les digo, ¡aquí hay uno que es superior al templo! 

Ustedes no habrían condenado a mis discípulos—quienes son inocentes—si conocieran el significado de la Escritura que dice: “Quiero que tengan compasión, no que ofrezcan sacrificios”. 

Pues el Hijo del Hombre es Señor, ¡incluso del día de descanso!

 

https://youtu.be/zZA__BEOStE?si=6eDMCbVmNI33GcJU

 

Estimado lector:

En tiempos antiguos, algunos maestros religiosos elaboraban extensas listas de mandamientos y prohibiciones relacionadas con el día de reposo. Estas listas, lejos de facilitar la relación con Dios, con frecuencia añadían cargas innecesarias y daban lugar a interpretaciones rígidas.

 

El principio que Jesús presentó era sencillo: incluso los sacerdotes realizaban labores en el día de reposo. El ritual del templo incluía encender fuego, preparar y ofrecer sacrificios, transportar los animales y otras tareas necesarias para el culto. En realidad, estas labores se duplicaban en sábado, ya que las ofrendas requeridas eran mayores (Números 28:9).

Este recordatorio señala que la verdadera comprensión del reposo no se basa en ritualismos o listas, sino en reconocer a Jesús como alguien mayor que el templo mismo. Su autoridad y propósito trascienden cualquier formalismo religioso.

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES