Julio 18 de 2023
LA ARROGANCIA DEL MALVADO
Salmos 10:5-7
5 Sin
embargo, prosperan en todo lo que hacen.
No
ven que les espera tu castigo; miran
con desdén a todos sus enemigos.
6 Piensan:
«¡Jamás nos sucederá algo malo! ¡Estaremos
para siempre sin problemas!».
7 Su boca está llena de maldiciones, mentiras y amenazas; tienen maldad y violencia en la punta de la lengua.
Estimado lector:
En medio de un mundo de maldad, muchas veces parece y, hasta se cuestiona, la aparente tardanza del triunfo de la justicia de Dios. Así inicia este Salmo.
Así como el salmista lo hace en estos versículos, hoy también hay un lamento por la arrogante actitud de los malvados, y su aparente éxito.
Una persona cuya mente esté cauterizada por la maldad,
pierde e ignora la perspectiva de la justicia, deseando andar por caminos
torcidos. Se cree infalible, menospreciando a sus adversarios, convencida de
que no vivirá las consecuencias de sus actos.
Los malos casi siempre triunfan momentáneamente en lo
que emprenden; y se jactan de que nadie, ni siquiera Dios, los puede derribar.
La pregunta es: ¿Por qué Dios permite que algunas
personas se enriquezcan de manera incorrecta o, que hagan daño a los justos, con
maldición, engaños o fraudes?
O, ¿Por qué molestarse por la prosperidad de los que
pisotean a otros?
Estas preguntas se responden, mediante una perspectiva
adecuada, acerca de la maldad y de la justicia. La oración a Dios de los creyentes
es un clamor por Su justicia; convencidos de que, aunque su día no ha llegado,
el Señor escucha estas peticiones y fortalece siempre el corazón.
¿Qué te dijo Dios durante esta semana?
¿Cómo lo vas a aplicar hoy?
¿En qué área específica de
tu vida?
Emocional _ Familiar _
Espiritual _ Financiera _ Otro _
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”