Febrero 08 de 2024
LA
CERCANÍA CON DIOS
SALMOS
42:1-5
Libro
Segundo (Salmos 42–72)
Para el director del coro: salmo de los descendientes de Coré.
1 Como el ciervo anhela las corrientes de las aguas,
así te anhelo a ti, oh Dios.
2 Tengo
sed de Dios, del Dios viviente.
¿Cuándo podré ir para estar delante de él?
3 Día
y noche solo me alimento de lágrimas,
mientras que mis enemigos se burlan continuamente de
mí diciendo:
«¿Dónde está ese Dios tuyo?».
4 Se me destroza el corazón
al recordar cómo solían ser las cosas:
yo caminaba entre la multitud de adoradores,
encabezaba una gran procesión hacia la casa de Dios,
cantando de alegría y dando gracias
en medio del sonido de una gran celebración.
5 ¿Por qué estoy desanimado?
¿Por qué está tan triste mi corazón?
¡Pondré mi esperanza en Dios!
Nuevamente lo alabaré,
¡mi Salvador y
https://youtu.be/Qu8VdIRz9fM?si=qeZFaPsJWGG4iLK7
Estimado
lector:
Este
Salmo inicia con una imagen profunda: un ciervo bramando en un bosque seco,
deseando encontrar agua para salvar su vida. De manera similar, todo creyente
necesita a Dios y debe buscarlo con determinación, independientemente de las
circunstancias que esté enfrentando.
El
pasaje destaca que esta búsqueda es una necesidad y plantea una pregunta
reflexiva: ¿no encuentra la persona a Dios en los momentos difíciles porque le
falta la fuerza necesaria para buscarlo o porque no sabe dónde buscar? En el
fondo, todos conocen el lugar donde pueden encontrar al Señor, así que solo
hace falta levantarse y orar.
Una
profunda tristeza envuelve a la persona cuando se siente distante del Señor.
Esta sensación se agrava cuando aquellos que están alejados de Dios aprovechan
los momentos de debilidad para persuadir de que Él no está disponible para
ayudar.
En
los momentos de dificultad, la mente de las personas se transporta a los
tiempos de felicidad, intentando sentirse mejor y aliviar la pena. Además, esta
alegría está relacionada con la cercanía y la verdadera paz que se encuentra
cerca del Señor. El salmista también ilustra la lucha interna al buscar la
solución a los problemas, cuestionando a su alma acerca de la razón de su
aflicción. Debe recordar que la respuesta se encuentra en Dios, y es en Él
donde hallará la salvación.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”