Diciembre 09 de 2025
LA DISCIPLINA NOS HACE CRECER EN GRACIA Y CONOCIMIENTO
MATEO 22:29
29 Jesús
contestó:
—El error de ustedes es que no conocen las Escrituras y no
conocen el poder de Dios.
https://youtu.be/Ipusmz7IIHE?si=-iy3Atmz9I96ihOg
Estimado lector:
“Para aprender, hay que amar la disciplina; es tonto despreciar la
corrección.” – Proverbios 12:1
Este versículo recuerda que el crecimiento espiritual requiere
disposición para ser corregido y enseñado. Sin disciplina, el aprendizaje se
vuelve superficial y la transformación imposible.
Durante el ministerio de Jesús, muchos líderes espirituales —como los
saduceos— se resistían a la corrección. Aunque conocían la Torá, no aceptaban
todo lo revelado en ella y rechazaban verdades fundamentales, como la
resurrección. Su visión era terrenal y limitada. Por esta razón, Jesús les
señaló claramente su falta de conocimiento e incapacidad para interpretar
correctamente las Escrituras.
Esta actitud no quedó en el pasado. Hoy, muchos creyentes enfrentan el
mismo desafío: conformarse con una fe superficial sin profundizar en la
Palabra. La Biblia advierte de esto cuando en Oseas 4:6 se dice:
“Mi pueblo está siendo destruido porque no me conoce…”
Este pasaje muestra dos realidades espirituales: la falta de
conocimiento trae destrucción, y la indiferencia hacia la Palabra trae
consecuencias.
Jesús enseña que el crecimiento espiritual requiere sabiduría,
constancia y disciplina expresadas en dos hábitos esenciales: la lectura de la
Palabra y la oración. Solo así la fe se fortalece y la vida es transformada.
* ¿Hay disposición para aprender, ser corregido y crecer
espiritualmente?
* ¿Existe necesidad de apoyo para desarrollar disciplina en la lectura
bíblica y en la oración?
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”