Agosto 26 de 2025
LA FE TAMBIÉN PREGUNTA: LA DUDA DE JUAN EN LA
CÁRCEL
MATEO 11:1-3
Jesús y Juan el Bautista
11 Cuando Jesús terminó de darles
esas instrucciones a los doce discípulos, salió a enseñar y a predicar en las
ciudades de toda la región.
2 Juan el Bautista, quien
estaba en prisión, oyó acerca de todas las cosas que hacía el Mesías. Entonces
envió a sus discípulos para que le preguntaran a Jesús:
3 —¿Eres tú el Mesías a
quien hemos esperado o debemos seguir buscando a otro?
https://youtu.be/RJ-IMhpLZTY?si=zOyusrOdhmS4TExH
Estimado lector:
Aquí puede verse algo profundamente humano: un hombre de
Dios, Juan el Bautista, en la oscuridad de una prisión, empezó a preguntarse si
todo lo que creyó era cierto. Había anunciado con convicción, que Jesús era el
Mesías; pero ahora, encerrado y posiblemente desilusionado por no ver el juicio
o la liberación que esperaba, dudaba. ¿Eres tú el que había de venir?,
preguntaba.
Y Jesús no lo reprendió, ni lo acusó de falta de fe. Le
respondió con compasión: “Mira lo que está pasando. Los ciegos ven, los cojos
caminan, los leprosos son sanados, y los pobres reciben buenas noticias”. Jesús
le recordó, que el Reino sí estaba avanzando, pero de una forma distinta a la
que él imaginaba.
Esto enseña que, incluso los más grandes siervos, pueden
sentir incertidumbre, y que Dios no se aleja de ellos por eso. Al contrario,
les responde con amor, invitándolos a confiar, a ver con otros ojos. La fe
verdadera, no siempre grita con seguridad, a veces tiembla y pregunta. Pero,
aun así, es fe. La fe genuina no es la ausencia de preguntas, sino la
disposición de seguir buscando a Dios en medio de la oscuridad. Jesús valora a
quien, incluso entre barrotes y silencios, sigue buscando respuestas en Él.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”