Noviembre 29 de 2024
LA IMPORTANCIA Y EL PODER DE LA ALABANZA
SALMOS 113:1-3
¡Alabado sea el Señor!
Sí, alábenle, oh siervos del Señor,
¡alaben el nombre del Señor!
2 Bendito sea el nombre del Señor
ahora y para siempre.
3 En todas partes—del oriente al occidente—,
alaben el nombre del Señor.
https://youtu.be/2kcH4UpCjZ8?si=f5HTArxYZQhcnwl6
Estimado lector:
Este salmo es un himno de alabanza, que celebra la
grandeza, el poderío y la bondad del Dios eterno. Es el inicio de un grupo de
salmos (113-118) que eran leídos en las fiestas de Pascua y Pentecostés, y que
hacen parte de una unidad litúrgica de los judíos, conocidos como “Hallel
egipcio”, palabra hebrea que significa Aleluya, Alabad al Señor.
Los dos primeros,113 y 114, se leían antes de consumir los
alimentos, y el resto al terminarlos.
La repetición del término alabad, enfatiza la importancia
de la adoración continúa y sincera que todo siervo del Señor debe hacer, sin
límites de tiempo y lugar, durante toda su vida (Salmo 115:18; Miqueas 4:7).
El propósito de la alabanza es enaltecer al Señor,
reconociéndolo a Él, como Único Dios, comprendiendo Su carácter incomparable y
Su misericordia por todas las cosas grandes que hace.
Todo creyente, debe alabar y adorar al Señor
voluntariamente, expresando la supremacía divina, sin importar las situaciones
que enfrenta. Cuando se alaba a Dios, se camina a la luz de Su presencia,
puertas se abren, cadenas son rotas (Hechos 16:25-26), y es un arma poderosa
que el cristiano tiene para librar batallas. ¡Cuando se alaba a Dios, se elige
creer!
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”