LA ORACIÓN EN MEDIO DE LA AFLICCIÓN

Noviembre 18 de 2024

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

 

LA ORACIÓN EN MEDIO DE LA AFLICCIÓN

 

SALMOS 109:21-25

21 Pero a mí trátame bien, oh Señor Soberano,
    ¡por el honor de tu propia fama!
Rescátame
    porque eres tan fiel y tan bueno.
22 Pues soy pobre y estoy necesitado,
    y mi corazón está lleno de dolor.
23 Me desvanezco como una sombra al anochecer;
    me quitan de encima como una langosta.
24 Mis rodillas están débiles de tanto ayunar
    y estoy reducido a piel y huesos.
25 Soy objeto de burla para la gente;
    cuando me ven, menean la cabeza en señal de desprecio.

 

https://youtu.be/KDGhoDVaX-0?si=1Z8PdKrxzFWwWIvO

 

Estimado Lector:

 

En esta sección del salmo, David, en la oración que eleva al Señor, se concentra en su necesidad personal y espiritual, confiando en la misericordia, bondad y amor de Dios. Expresa en detalle toda su angustia y cómo la aflicción que estaba sufriendo debilitó su cuerpo.

 

La declaración que hace el salmista en el versículo 25 sobre la burla y el desprecio de la gente fue experimentada por Jesucristo (Mateo 27:38-40), lo que se considera una prefiguración de la pasión de Jesús (Lucas 22:1-6).

 

Esta porción de las Escrituras enseña al creyente que no está exento de enfrentar momentos difíciles, de experimentar angustias, sentir dolor, injusticias, falsas acusaciones y persecuciones (Filipenses 1:29; 2 Ti. 3:12). Sin embargo, es necesario tener en cuenta que la lucha no es contra enemigos de carne y hueso, sino contra fuerzas poderosas del mundo de las tinieblas. Por ello, la única salida se encuentra en Cristo, mediante una oración sincera, intensa y con fe, creyendo que Dios, en su perfección, soberanía y amor, pelea la gran batalla y libra de toda angustia y de todos los enemigos, entregando la causa al Señor, revistiéndose de toda la armadura de Dios y permaneciendo firme en Cristo.

 

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES