Septiembre 11 de 2024
LA RECOMPENSA DE DIOS
SALMOS 94:12-15
12 Felices aquellos a quienes
tú disciplinas, Señor,
aquellos a los que les enseñas tus instrucciones.
13 Los alivias en tiempos difíciles
hasta que se cave un pozo para capturar a los malvados.
14 El Señor no rechazará a su pueblo;
no abandonará a su posesión más preciada.
15 El juicio volverá a basarse en la justicia,
y los de corazón íntegro la procurarán.
https://youtu.be/5hC5nKr-yUY?si=86b-M10T5rGcvQyF
Estimado lector:
Este pasaje habla de la corrección e instrucción que se
reciben de Dios, a través de Sus estatutos. No se trata de una represalia
divina, sino de una forma de guía y enseñanza para aquellos que creen en Él. Es
una bendición ser corregido por Dios, porque ayuda a mejorar la relación con Él
y con los demás.
El justo se somete a la Voluntad de Dios; y al buscar Su
ayuda en momentos de necesidad, encuentra descanso en Él. Por otro lado, el
impío vive una vida de desobediencia y pecado, que finalmente lo llevan a su
propia destrucción. El salmista reflexiona sobre la impunidad que ha visto en
el mundo, y encuentra consuelo al saber que Dios siempre está al cuidado de Su
pueblo.
Se puede afirmar que, este pasaje muestra un Dios Justo,
que no permitirá que lo malvado y lo injusto triunfen. Muchas veces, en el
caminar por la vida, surgen las preguntas: ¿Por qué las cosas no son como
deberían ser? ¿Por qué hay tanta maldad y sufrimiento en el mundo? Sin embargo,
hay que recordar
que Dios tiene la ÚNICA Palabra y, que al final, los rectos
de corazón serán recompensados.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”