LA TERCERA INVITACIÓN

Diciembre 03 de 2025

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

LA TERCERA INVITACIÓN

 

MATEO 22:8-10

Y les dijo a los sirvientes: “La fiesta de bodas está lista y las personas a las que invité no son dignas de tal honor. 

Ahora salgan a las esquinas de las calles e inviten a todos los que vean”. 

10 Entonces los sirvientes llevaron a todos los que pudieron encontrar, tanto buenos como malos, y la sala del banquete se llenó de invitados.

https://youtu.be/5hC5nKr-yUY?si=aaeavCVJljWhOCgB

 

Estimado Lector:

El rey mostró determinación al no permitir que el salón del banquete permaneciera vacío. Por esta razón, la invitación fue extendida nuevamente, esta vez de manera abierta y sin restricciones. Al rechazarse las dos primeras convocatorias, la tercera invitación fue dirigida a toda persona que quisiera escuchar, sin distinción alguna.

 

Las palabras “buenos y malos” resaltan que el llamado no estaba condicionado por méritos, reputación o conducta. Todos podían acudir. Quienes finalmente aceptaron la invitación eran, en realidad, indignos de recibirla y aún más de participar en un banquete de bodas real.

 

Este aspecto de la parábola refleja la naturaleza del llamado divino: una invitación basada en la gracia, no en el mérito humano. No se trata de capacidad, rendimiento, pureza previa o reconocimiento religioso, sino de la disposición de aceptar la invitación ofrecida.

 

En la enseñanza bíblica, la gracia de Dios se presenta como una oportunidad inmerecida; una mesa que no se gana, sino que se recibe. De la misma manera que aquellos invitados encontraron un lugar en el banquete sin merecerlo, la salvación y la comunión con Dios son un regalo otorgado gratuitamente.

 

Si la invitación ha sido extendida sin condiciones, ¿se responde con gratitud o con indiferencia?

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES