Agosto 13 de 2022
LLAMADOS POR DIOS A CUMPLIR SU
PROPÓSITO
1
Corintios 1:26-29 NTV
“Recuerden, amados hermanos, que pocos de ustedes eran sabios a los ojos del mundo o poderosos o ricos cuando Dios los llamó. En cambio, Dios eligió lo que el mundo considera ridículo para avergonzar a los que se creen sabios. Y escogió cosas que no tienen poder para avergonzar a los poderosos. Dios escogió lo despreciado por el mundo —lo que se considera como nada— y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante. Como resultado, nadie puede jamás jactarse en presencia de Dios.”
Estimado
Lector
Dios
conoce muy bien el corazón del ser humano. Él no buscó ricos, ni poderosos,
para que divulgaran por el mundo el evangelio de Cristo. Dios busca al humilde
que tiene necesidades más apremiantes para estar conectado con su presencia, y
es ahí donde le enseña y le da conocimiento, para que nadie se gloríe, pues la
sabiduría y revelación no es de ellos mismos, sino que todo proviene de Dios.
En medio de la historia, Dios ha llamado a débiles o ignorantes, como pescadores (apóstol Pedro), a sabios y educados (apóstol Pablo), y aunque no han sido muchos los nobles, eruditos y ricos, en todas las épocas ha habido quienes no se han avergonzado del evangelio de Cristo. Ellos han entendido que las personas de toda raza, nivel sociocultural y rango necesitan la gracia de Jesucristo, quien murió y resucitó para que sus pecados sean perdonados y sus vidas redimidas para salvación.
Aplicación
Personal
Dios
es el que juzga al hombre y conoce la medida de fe que se necesita para los
propósitos de su gloria en cada tiempo y lugar. Él rechaza la idolatría a la
sabiduría humana, y los lleva a todos a un nivel común de dependencia de la
sabiduría de Dios.
El
resultado final es claro, nada ni nadie se gloriará ni jactará en su presencia.
Todo ser humano debe desear tener un corazón humilde que anhele los tesoros de la sabiduría de Dios, la plenitud y el conocimiento que hay en su palabra para salvación y así mismo permitir ser formado y moldeado por el Espíritu Santo, para servir y honrar a Dios.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”