Diciembre 01 de 2025
LOS CONVIDADOS A UNA FIESTA EN
LOS CIELOS
MATEO 22:1-3
Parábola de la gran fiesta
1 Jesús
también les contó otras parábolas. Dijo:
2 «El reino del cielo también puede ilustrarse
mediante la historia de un rey que preparó una gran fiesta de bodas para su
hijo.
3 Cuando el banquete estuvo listo, el rey envió
a sus sirvientes para llamar a los invitados. ¡Pero todos se negaron a asistir!
https://youtu.be/aVnM1Tupj5o?si=39b8TaHCVEx-tRk0
Estimado lector:
En este pasaje, Jesús continúa
instruyendo a los líderes religiosos y a la multitud, explicando el peligro
espiritual de rechazarlo. La enseñanza se presenta por medio de una invitación
que, bajo circunstancias normales, sería recibida con alegría.
La actitud de los invitados
resulta sorprendente: rechazan una invitación a una boda real, algo que social
y culturalmente sería un honor. Esta reacción aparentemente ilógica refleja una
verdad espiritual profunda: los regalos de Dios, aunque inmerecidos y valiosos,
muchas veces son despreciados sin una razón coherente.
Asimismo, la enseñanza recuerda
que cada día se ofrece la oportunidad de buscar la presencia de Cristo en
intimidad —un espacio para recibir consejo, dirección, corrección, consuelo y
amor. Sin embargo, con frecuencia, esta invitación se ignora o se posterga,
priorizando distracciones pasajeras sobre una relación transformadora con Dios.
El relato llama al creyente a
reavivar la búsqueda espiritual con determinación, permitiendo que la obra del
Espíritu Santo purifique todo aquello que impide disfrutar plenamente del Reino
y vivir con la alegría de quienes han aceptado la invitación divina.
¿Se está
aceptando la invitación del Padre para participar del Reino, o aún se está
rechazando aquello que fue ofrecido por gracia?
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”