MIRAR HACIA ARRIBA EN MEDIO DE LA PRUEBA

Marzo 23 de 2024

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

 

MIRAR HACIA ARRIBA EN MEDIO DE LA PRUEBA


SALMOS 57:1-6

¡Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia!
    En ti busco protección.
Me esconderé bajo la sombra de tus alas
    hasta que haya pasado el peligro.
2 Clamo al Dios Altísimo,
    a Dios, quien cumplirá su propósito para mí.
3 Él mandará ayuda del cielo para rescatarme,
    y avergonzará a los que me persiguen. Interludio
Mi Dios enviará su amor inagotable y su fidelidad.

4 Me rodean leones feroces
    que con avidez devoran a sus presas humanas;
sus dientes penetran como lanzas y flechas,
    y sus lenguas cortan como espadas.

5 ¡Exaltado seas, oh Dios, por encima de los cielos más altos!
    Que tu gloria brille sobre toda la tierra.

6 Mis enemigos me tendieron una trampa;
    estoy cansado de tanta angustia.
Cavaron un pozo profundo en mi camino,
    pero ellos mismos cayeron en la trampa.

 

https://youtu.be/4YoJjD2wXoU?si=_mhFM19gCdKZJbUW

 

Estimado lector:

 

Este es un Salmo de lamento de David estando en peligro escondido en una cueva. Describe su lucha en forma amplia. Él se refiere a Dios como Dios Altísimo, un epíteto para quien es el Soberano del mundo, y canta alabanzas a Dios entre las naciones.

 

El salmista está cerca de Dios y se refugia bajo sus alas. El Altísimo envía sobre David su verdad y su misericordia para ayudarle. Como resultado, Dios es exaltado sobre los cielos. Este estribillo divide el Salmo en dos mitades casi iguales. La primera mitad es una oración de petición, y compara a sus enemigos como leones. La segunda, es un canto de alabanza, y compara a sus enemigos como cazadores. Las mitades se unen por el estribillo que Dios sea exaltado, por las descriptivas referencias a sus enemigos, y por la referencia a la misericordia de Dios y su verdad asociada con los cielos.

 

La fe firme de David en Dios contrastaba fuertemente con las mentiras y los alardes escandalosos de sus enemigos. Al enfrentar ataques verbales, la mejor defensa es quedarse en silencio y alabar a Dios, recordando que la confianza está en su bondad, amor y fidelidad.

En momentos de gran sufrimiento, no te encierres en la autocompasión ni explotes en venganza, sino mira hacia arriba, hacia Dios.

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES