NO ES EL ARROGANTE QUIEN SOSTIENE LOS CIMIENTOS DE LA TIERRA

Julio 04 de 2024

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

NO ES EL ARROGANTE QUIEN SOSTIENE LOS CIMIENTOS DE LA TIERRA


SALMOS 75:1-5

¡Te damos gracias, oh Dios!

    Te damos gracias porque estás cerca;

    por todas partes, la gente habla de tus hechos maravillosos.

2 Dios dice: «En el momento que tengo pensado,

    haré justicia contra los perversos.

3 Cuando la tierra tiembla y sus habitantes viven en caos,

    yo soy quien mantiene firme sus cimientos. Interludio

4 »Al orgulloso le advertí: “¡Deja de jactarte!”.

    Al perverso le dije: “¡No levantes tus puños!

5 No levantes tus puños desafiantes contra los cielos

    ni hables con semejante arrogancia”».



https://youtu.be/nqX97Hdlf0Y?si=SEpeAe7oR8xysZSS


Estimado Lector:


Con tan solo 10 versículos, el Salmo 75 es uno de los más cortos de los 150 existentes; sin embargo, su enseñanza es muy valiosa.


El escritor, el salmista Asaf, se refiere a la personalidad del Todopoderoso, indicando que no le gusta ver a los perversos presumiendo de su poder, porque Él tiene la potestad de humillar a cualquiera que no sea humilde, mientras enaltece al sencillo de corazón.


Asaf señala que el Padre celestial es un Dios de misericordia, pero también es un Dios justo, y por esa razón juzga rectamente. Es capaz de abatir al malo al mismo tiempo que exalta al justo.


Un hijo de Dios siempre debe esforzarse por cumplir sus mandamientos y tener un corazón parecido al de Cristo, el mejor ejemplo. En cada fragmento de la Biblia recibimos palabras que nos enseñan cómo debemos actuar y qué actitudes debemos evitar.


El Salmo 75 enseña a los cristianos a ser agradecidos con Dios por todas las cosas, tanto buenas como malas, porque si se tiene vida para experimentar altos y bajos es gracias a su infinita misericordia. Mientras se esté vivo y esté Él en el corazón, se tiene la oportunidad de ser salvados y disfrutar de mejores momentos.



4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES