Septiembre 04 de 2024
NUESTRO REFUGIO Y NUESTRO DESCANSO SEGUROS
SALMOS 91:1-13
Los que viven al amparo del Altísimo
encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso.
2 Declaro lo siguiente acerca del Señor:
Solo él es mi refugio, mi lugar seguro;
él es mi Dios y en él confío.
3 Te rescatará de toda trampa
y te protegerá de enfermedades mortales.
4 Con sus plumas te cubrirá
y con sus alas te dará refugio.
Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección.
5 No tengas miedo de los terrores de la noche
ni de la flecha que se lanza en el día.
6 No temas a la enfermedad que acecha en la oscuridad,
ni a la catástrofe que estalla al mediodía.
7 Aunque caigan mil a tu lado,
aunque mueran diez mil a tu alrededor,
esos males no te tocarán.
8 Simplemente abre tus ojos
y mira cómo los perversos reciben su merecido.
9 Si haces
al Señor tu refugio
y al Altísimo tu resguardo,
10 ningún mal te conquistará;
ninguna plaga se acercará a tu hogar.
11 Pues él ordenará a sus ángeles
que te protejan por donde vayas.
12 Te sostendrán con sus manos
para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra.
13 Pisotearás leones y cobras;
¡aplastarás feroces leones y serpientes bajo tus pies!
https://youtu.be/Z3KqXRIdAYk?si=4fUYJbgsyVMT_O7d
Estimado lector:
Este es uno de los salmos más hermosos, que presenta un
cuadro vívido de la protección divina. Destaca que este salmo no solo promete
seguridad física, sino también espiritual. El salmista encuentra en Dios su
refugio y fortaleza, utilizando imágenes como el "abrigo del
Altísimo" y la "sombra del Omnipotente" para describir una
protección completa y segura. Es importante subrayar que esta protección no se
basa en nuestras obras, sino en la gracia de Dios.
El salmo 91 profundiza en la idea de la presencia de Dios
en la vida del creyente, presentando a los ángeles de Dios como guardianes que
acompañan nuestro caminar, prometiendo liberación de todo mal y peligro. Los
creyentes descubren que pueden confiar plenamente en Dios, hallando en Su amor
y protección un refugio incluso en medio de las tormentas de la vida. Esta
promesa no es solo para tiempos de crisis, sino una realidad constante para
quienes confían en Dios.
Este salmo es un bálsamo para el alma, una fuente de
consuelo y esperanza. Meditar en sus palabras puede traer una paz que sobrepasa
todo entendimiento.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”