Septiembre 12 de 2024
OHHH, Y AHORA ¿QUIÉN PODRÁ AYUDARME?
SALMOS 94:16-23
16 ¿Quién me protegerá de
los perversos?
¿Quién me defenderá de los malvados?
17 Si el Señor no me hubiera ayudado,
pronto me habría quedado en el silencio de la tumba.
18 Clamé: «¡Me resbalo!»,
pero tu amor inagotable, oh Señor, me sostuvo.
19 Cuando mi mente se llenó de dudas,
tu consuelo renovó mi esperanza y mi alegría.
20 ¿Acaso pueden los
líderes injustos afirmar que Dios está de su lado,
los líderes cuyos decretos permiten la injusticia?
21 Se unen contra los justos
y condenan a muerte a los inocentes.
22 Pero el Señor es mi fortaleza;
mi Dios es la roca poderosa donde me escondo.
23 Dios hará que los pecados de los malvados se tornen contra
ellos;
los destruirá por sus pecados.
El Señor nuestro Dios los destruirá.
https://youtu.be/WLi9_MHWPj4?si=3rQgcd3u8s6oAbGT
Estimado lector:
El título de esta meditación puede recordarte a uno de los
programas más populares en Latinoamérica. Sin embargo, lejos de ser una
referencia cómica, este texto es un grito de auxilio que muchos creyentes han
expresado en algún momento.
La Palabra de Dios enseña que el hombre no debe buscar
justicia por su cuenta; la justicia y la venganza pertenecen a Dios. Él sabe
cuándo, a quién y dónde impartirá su justicia. Mientras tanto, la espera puede
ser insoportable para el creyente. El salmista aborda esta angustia con la
declaración: “Si no me ayudara Jehová, pronto moriría mi alma en silencio” (v.
17).
Jesús, en Lucas 18:7-8, instruye a sus escogidos a clamar a
Dios “día y noche” para que Él les haga justicia.
Aunque la iniquidad parezca dominar la vida y establecer
determinaciones inamovibles, estas nunca tendrán comunión con Dios. El creyente
debe encontrar seguridad en Dios como su refugio invencible. A pesar de la
maldad y la aparente impunidad de los impíos, quien confía en Dios sabe que el
Juez de toda la tierra hará justicia según las maldades de los pecadores.
¡Dios, confiamos en ti aún en medio de
las injusticias!
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”