Septiembre 19 de 2024
PARA LOS QUE CAMINAN EN JUSTICIA Y RECTITUD
SALMOS 97:10-12
10 ¡Ustedes, los que aman
al Señor, odien el mal!
Él protege la vida de sus justos
y los rescata del poder de los perversos.
11 La luz brilla sobre los justos,
y la alegría sobre los de corazón recto.
12 ¡Que todos los justos se alegren en el Señor
y alaben su santo nombre!
https://youtu.be/I0odF9p7DKk?si=V4HlvGhCA7QZXnAv
Estimado lector:
Estos versículos (10-12) del Salmo 97, encierran dos
promesas con condiciones para los justos, para los que lo aman y para los que
caminan en rectitud: 1) Proteger sus vidas y rescatarlos del poder de los
malvados, siempre y cuando odien el mal. 2) Hacer brillar su luz y darles
alegría.
El salmista da a entender que, es importante recordar estos
versículos, cuyo contenido se encuentra en otros salmos (30, 32, 34, 37) y,
además, en otras partes de las Escrituras. Y también resalta la importancia de
convertir estas promesas en poemas, cantarlos y repetírselos muchas veces al
alma, con el fin de que no se olvide esta exhortación, se anhele tener esa luz
y se alegren en el Señor, alabando su Santo Nombre (vs. 12).
La vida de aquel que es justo y camina en rectitud, no solo
estará protegida, sino que ya no vivirá más en oscuridad y brillará con su luz,
en este mundo antagónico; podrá experimentar alegría y gozo, sin importar la
situación o el dolor que está enfrentando, y podrá experimentar la Gloria de
Dios, que se ve en el rostro de Jesucristo (2 Corintios 4:6).
El justo debe estar siempre lleno de alegría en el Señor
(Filipenses 4:4).
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”