PERMITAMOS QUE DIOS OBRE

Febrero 20 de 2024

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

PERMITAMOS QUE DIOS OBRE

 

SALMOS 46:8-11


Vengan, vean las obras gloriosas del Señor:
    miren cómo trae destrucción sobre el mundo.
Él hace cesar las guerras en toda la tierra;

    quiebra el arco y rompe la lanza
    y quema con fuego los escudos.

10 «¡Quédense quietos y sepan que yo soy Dios!
    Toda nación me honrará.
    Seré honrado en el mundo entero».

11 El Señor de los Ejércitos Celestiales está entre nosotros;
    el Dios de Israel es nuestra fortaleza. Interludio

 

 

https://youtu.be/gTWdf4g409o?si=qre9V4Gk-v18VL0f

 

Estimado lector:

 

Algunos eruditos y estudiosos de la Palabra coinciden en que la expresión "Vengan, vean…" suena más como una invitación a inspeccionar una victoria verdadera de Dios. En este caso, un suceso como la victoria del Señor sobre Senaquerib (Isaías 36 y 37) provee un excelente marco para ilustrar las palabras de este pasaje: todas las naciones del Imperio Asirio se lanzaron contra Sion y fueron derrotadas por el poder del Señor de los Ejércitos Celestiales.

 

Dios se ha encargado eficazmente de la amenaza, la guerra ha terminado, y los medios para comenzar otra guerra (arcos, lanzas y escudos) han sido destruidos. La voz de Aquel que todo lo domina ahora manda descansar y ofrece palabras tranquilizadoras.

 

"Quédense quietos" se puede interpretar como "quédense tranquilos". No significa que el creyente deba detener sus actividades y permanecer en un solo lugar; el verdadero sentido de la orden de Dios es que se reconozca Su gloria y Su grandeza.

 

Actualmente, la vida del país rara vez se ve amenazada cuando reinos humanos impíos se mueven; sin embargo, nunca se debe olvidar que hay batallas espirituales y que las tinieblas se levantan contra la iglesia. Es en estos momentos cuando las misericordias de Dios son tan grandes rodeando a Su pueblo, haciendo su camino menos turbulento. Así que "quédense quietos" es una exhortación necesaria para el tiempo de hoy; Dios es exaltado cuando se le permite obrar.

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES