Noviembre 09 de 2023
¿QUÉ MÁS
ES NECESARIO PERDER?
Jueces
11:29-32
29 En esa ocasión, el Espíritu del Señor vino sobre Jefté, y él recorrió toda la tierra de Galaad y de Manasés, incluida Mizpa en Galaad y, desde allí, lideró al ejército contra los amonitas. 30 Y Jefté hizo un voto al Señor: «Si me das la victoria sobre los amonitas, 31 yo entregaré al Señor al primero que salga de mi casa para recibirme cuando regrese triunfante. Lo sacrificaré como ofrenda quemada». 32 Así que Jefté dirigió al ejército contra los amonitas, y el Señor le dio la victoria.
https://youtu.be/deLD0MnTEFY?si=sfjiWpPoCQseKV3m
Estimado
Lector:
Este texto
presenta varios elementos interesantes: 1) Jefté tuvo un encuentro personal con
el Espíritu Santo; la palabra "vino sobre él" puede entenderse
también como que fue cubierto y lleno por el Espíritu. 2) Jefté recibió un
ánimo renovado que le llevó a recorrer la tierra; se mencionan lugares que
hacen referencia a los montes y los valles. 3) Esa nueva fuerza y dinamismo
confirmaban el llamado que Dios le estaba haciendo para defender al pueblo.
Sin embargo,
en el corazón de Jefté seguía habiendo algo de duda y desconfianza, por lo que
no le bastaba la presencia del Espíritu Santo. Sentía la necesidad de asegurar
la victoria a través de algo más, algo que considerara valioso. Muchas veces,
un creyente genuino, impregnado con la Presencia del Espíritu Santo y testigo
de demostraciones de su poder, tiene restos de duda que le impiden comprender que,
si Dios lo ha prometido, Él lo cumplirá y que su sola presencia basta. No es
necesario asegurar lo que Él ya ha garantizado.
Las palabras
de Jefté expresaban duda; parecía decir: "Si de veras me das la
victoria". Esa duda le resultó muy costosa; perdió demasiado. Tanto así
que el gusto dulce de la victoria pronto se convirtió en el sabor amargo de la
tristeza. La duda le costó su linaje.
¿Qué más era
necesario perder para entender que la sola presencia del Espíritu Santo en la
vida es suficiente para asegurar la victoria?
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”