Agosto 15 de 2023
La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.
RECOMPENSA A UN CORAZÓN JUSTO Y
LIMPIO
Salmo 18:25-27
25 Con los fieles te muestras fiel;
a los íntegros les muestras integridad.
26 Con
los puros te muestras puro,
pero te muestras astuto con los tramposos.
27 Rescatas
al humilde,
pero humillas al orgulloso.
Estimado lector:
Para algunos, David no era un hombre justo; pero esto lo tenía sin cuidado,
puesto que, su único propósito, era agradar a Dios.
El carácter del hombre delante de Dios es muy importante; y es tratado por
el Padre conforme a su conducta, y con misericordia hacia los que lo siguen
íntegramente.
El hombre, que es íntegro y puro en sus pensamientos, motivaciones y
conducta, podrá disfrutar de una relación con un Dios, cuya esencia es siempre
pura y justa.
La aflicción no es algo desconocido para el creyente, aunque tenga amor,
sea misericordioso, íntegro, limpio o se esfuerce por ser recto. Porque siempre
va a estar expuesto, no solo al pecado y a la corrupción del corazón; sino
también a la persecución, la tentación y los reproches de Satanás. Pero Dios
intervendrá en Su tiempo, y lo salvará; porque Su misericordia y rectitud,
siempre estarán dispuestas para aquellos que le siguen.
El orgulloso se siente autosuficiente y estima que no necesita un Salvador,
mostrando rebelión contra Dios. Pero, indefectiblemente, un día será derribado y
llevado a vergüenza, por causa de su altivez.
¿Qué te dice Dios en este día?
¿Cómo lo vas a aplicar hoy?
¿En qué área específica de tu vida?
Emocional _ Familiar _ Espiritual _
Financiera _ Otro _
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”