“RECONOCER NUESTRA DEBILIDAD PARA SER FUERTES EN CRISTO”

2 Corintios 13:1-4

Esta es la tercera vez que los visito (y como dicen las Escrituras: «Los hechos de cada caso deben ser establecidos por el testimonio de dos o tres testigos»). 2 Ya puse sobre aviso a los que andaban en pecado cuando estuve ahí durante mi segunda visita. Ahora les advierto de nuevo a ellos y a todos los demás, tal como lo hice antes, que la próxima vez no tendré compasión de ellos. 3 Les daré todas las pruebas que quieran de que Cristo habla por medio de mí. Cristo no es débil cuando trata con ustedes; es poderoso entre ustedes. 4 Aunque fue crucificado en debilidad, ahora vive por el poder de Dios. Nosotros también somos débiles, al igual que Cristo lo fue, pero cuando tratemos con ustedes, estaremos vivos con él y tendremos el poder de Dios.

https://youtu.be/U0QyX9kLDyk

Estimado lector,

En el pasaje mencionado, se hace evidente que Pablo había estado en Corinto solo una vez antes. Sin embargo, había decidido ir por segunda vez, pero se desilusionó cuando esa segunda visita no se llevó a cabo. Esto muestra su intención no cumplida. Finalmente, está escribiendo esta carta como su tercera vez en contacto con ellos (ver 2 Corintios 12:14).

El concepto de "en boca de dos o tres testigos" proviene de la Ley de Moisés, que establecía que se requería la confirmación de dos o tres testigos para la administración de disciplina. Según la ley judía, nadie debía ser condenado o castigado sin pruebas respaldadas por al menos dos o tres testigos.

Cuando se menciona "por debilidad", se refiere a la naturaleza humana que Cristo había asumido, y a su elección de no ejercer su poder. Esto sirve como una ilustración precisa del punto que el apóstol está tratando de transmitir. Está ilustrando su propia conducta y la de los demás ante el reconocimiento de la debilidad y nuestras propias faltas pecaminosas.

Como también nosotros somos débiles en Él, estamos sujetos a enfermedades y pruebas; a veces parece que no tenemos poder; estamos expuestos al desprecio; y nuestros enemigos nos consideran débiles y nos desprecian. Pero viviremos con Él. Con la ayuda del poder de Dios, demostraremos que no somos tan débiles como nuestros enemigos piensan. Seremos revestidos de fuerza porque Cristo vive en nosotros.

¿Qué te dice Dios en este día?

¿Cómo lo vas a aplicar hoy?

¿En qué área específica de tu vida?

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