Agosto 01 de 2024
RESTAURACIÓN EN MEDIO DE LÁGRIMAS
SALMOS 80:1-7
Te pido que escuches, oh Pastor de Israel,
tú, que guías como a un rebaño a los descendientes de José.
Oh Dios, entronizado por encima de los querubines,
despliega tu radiante gloria
2 ante Efraín, Benjamín y Manasés.
Muéstranos tu gran poder.
¡Ven a rescatarnos!
3 Oh Dios, haznos volver a ti;
haz que tu rostro brille sobre nosotros.
Solo entonces seremos salvos.
4 Oh Señor, Dios de los Ejércitos Celestiales,
¿hasta cuándo seguirás enojado con nuestras oraciones?
5 Nos diste tristeza por comida,
y nos hiciste beber lágrimas en abundancia.
6 Nos convertiste en el desprecio[a] de las naciones vecinas.
Nuestros enemigos nos tratan como si fuéramos una broma.
7 Haznos volver a ti, oh Dios de los Ejércitos Celestiales;
haz que tu rostro brille sobre nosotros.
Solo entonces seremos salvos.
https://youtu.be/vy8MoHyQ4ZQ?si=6F2vyc3eUHu2SZ07
Estimado lector:
La intercesión y la súplica al Pastor de Israel son evidentes en este salmo. El salmista lo hace tanto a título personal como colectivo.
El reconocimiento de la debilidad y la indiferencia del pueblo hacia el Señor impulsa esta súplica a generar un avivamiento y una renovación del pueblo de Dios, buscando ser nuevamente favorecidos por la buena voluntad divina.
Cuando el pueblo, o la humanidad, se aleja de los principios y la dirección divina, Su protección se derrumba, dejándolos expuestos a ataques exteriores. Este es un momento en que se reconoce que la verdadera y segura protección proviene de Dios. Por eso, el salmista hace una súplica humilde e insistente, reconociendo que en medio de este proceso han comido "pan de lágrimas" y han sido una vergüenza delante de sus enemigos.
La oración incesante y urgente es la característica de este salmo, pidiendo a Dios que muestre una vez más su misericordia, lo cual precedería un tiempo de restauración para vivir la vida a plenitud, tal y como Dios lo promete en Su Palabra.
El verdadero arrepentimiento debe llevar consigo una actitud de cambio. Solo así Dios revive y renueva con su poder y misericordia la vida del hombre.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”