Julio 07 de 2025
SE DEBE ALINEAR CON DIOS LA RAZÓN Y LA EMOCIÓN
MATEO 6:19-21
19 »No almacenes tesoros aquí en la tierra, donde las polillas se los comen y el óxido los destruye, y donde los ladrones entran y roban. 20 Almacena tus tesoros en el cielo, donde las polillas y el óxido no pueden destruir, y los ladrones no entran a robar. 21 Donde esté tu tesoro, allí estarán también los deseos de tu corazón.
https://youtu.be/IKJQBKqqRJc?si=N74TTs37kP0jdpd6
Estimado lector:
Como autoridad y guía, se requiere mantener un equilibrio
entre la razón y la emoción. Al igual que el cerebro posee neuronas, el corazón
también cuenta con ellas, y ambos órganos están conectados mediante una red de
nervios que permiten la interacción entre lo emocional y lo racional.
Este pasaje enseña la importancia de ejercer una
administración sabia, lo cual implica ubicar correctamente los pensamientos y
necesidades en la persona indicada: Cristo. Al hacerlo, se evita que cualquier
influencia externa arrebate los beneficios concedidos por el Proveedor de la
vida, Jehová Jireh.
Cuando los tesoros son depositados en manos del Señor, su
rendimiento es mayor. Al atesorar en los cielos, se refleja claramente dónde
está puesta la mirada y en quién se ha depositado la confianza a lo largo de
todo el proceso de vida.
Debe recordarse que, así como dos personas con afinidad
establecen una relación íntima y se convierten en una sola (como ocurre en el
vínculo conyugal), también ocurre en el ámbito espiritual: al unirse con
Cristo, se alcanza la perfección en unidad, tal como se expresa en Juan 17:23a.
De igual forma, está escrito que el corazón determina el rumbo de la vida
(Proverbios 4:23).
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”