SIEMPRE HABRÁ AYUDA DE DIOS

Mayo 08 de 2024

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

 

SIEMPRE HABRÁ AYUDA DE DIOS

 

1 SAMUEL 22:1-5   (SALMO 57)

Entonces David salió de Gat y escapó a la cueva de Adulam. Al poco tiempo sus hermanos y demás parientes se unieron a él allí. Luego, comenzaron a llegar otros—hombres que tenían problemas o que estaban endeudados o que simplemente estaban descontentos—, y David llegó a ser capitán de unos cuatrocientos hombres.

Después David se dirigió a Mizpa de Moab, donde le pidió al rey: «Por favor, permite que mi padre y mi madre vivan aquí contigo hasta que sepa lo que Dios tiene pensado para mí». Así que los padres de David se quedaron en Moab con el rey durante todo el tiempo que David vivió en la fortaleza.

Un día el profeta Gad dijo a David: «Deja la fortaleza y vuelve a la tierra de Judá». Entonces David fue al bosque de Haret.

 

https://youtu.be/gkEV1WnvmrI?si=ZD5sQhjumzrKo8Fy

 

Estimado lector:

 

David, quien más tarde sería el Rey de Israel, se escondía de Saúl para salvar su vida. Debido a la persecución de Saúl en su contra, David huyó a la cueva de Adulam, donde se le unieron todos los afligidos, endeudados y las personas en amargura de espíritu.

 

Aunque en tiempos de dificultades es fácil sentirse solo y abandonado, siempre se puede encontrar consuelo y apoyo en Dios (Salmos 57:1-3) y en los hermanos de la fe. A través de la historia de David, se puede ver cómo la comunidad de la cueva de Adulam le brindó a David la ayuda que necesitaba para enfrentar sus problemas.

 

Encontrar personas que estén pasando por situaciones similares a las propias, o que se sientan dispuestas a brindar su apoyo, puede resultar muy valioso en situaciones difíciles. También se debe recordar que, aunque se esté pasando por dificultades, siempre se debe estar dispuesto a ayudar a los demás.

 

Dios siempre estará a nuestro lado para fortalecernos y dirigirnos por el camino correcto. Siempre habrá personas que estén dispuestas a brindarnos su apoyo y a unirse a nosotros en nuestras dificultades. Pero también debemos recordar nuestro deber de ayudar a otros y formar parte de una comunidad solidaria que puede actuar como un recurso valioso en nuestros tiempos de necesidad.

 

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES