Enero 05 de 2024
SOMOS
EL TEMPLO QUE NECESITA SER RESTAURADO
PASAJE:
Esdras 3: 8-10 NTV
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La construcción del templo de Dios comenzó a mediados de la primavera, en el
segundo año después de la llegada a Jerusalén. La fuerza laboral estaba formada
por todos los que habían regresado del destierro, entre ellos Zorobabel, hijo
de Salatiel, Jesúa, hijo de Jehosadac, junto con sus hermanos sacerdotes y
todos los levitas. Pusieron al frente de la reconstrucción del templo del Señor
a los levitas mayores de veinte años de edad. 9 Jesúa, sus hijos y parientes,
junto con Cadmiel y sus hijos, todos descendientes de Hodavías, supervisaron a
los que trabajaban en el templo de Dios. Para esta tarea contaron con la
colaboración de los levitas de la familia de Henadad.
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Cuando los constructores terminaron los cimientos del templo del Señor, los
sacerdotes se pusieron sus mantos y tomaron su lugar para tocar sus trompetas.
Luego los levitas descendientes de Asaf hicieron sonar sus címbalos para alabar
al Señor, tal como lo había establecido el rey David.
Estimado
lector:
Los
templos y altares que construye el hombre muestran su deseo de comunión con
Dios. Y Dios mismo, quiso desde el principio, tener comunión con el hombre,
desde un lugar santo.
Dios
apareció sobre el altar de Abel, en el Tabernáculo y en el Templo. Siempre que,
los patriarcas levantaron un altar e invocaron el nombre del Señor, esperaban
que Él viniera y santificara el lugar con Su presencia.
Aquí
se observa la reconstrucción del Templo de Jerusalén, posterior al exilio del
pueblo judío. Desde su destrucción bajo la conquista babilónica, no había en
Israel un lugar adecuado para el sacrificio y la adoración.
Esto
coincide con la ceremonia del templo de Salomón (2 Crónicas 5:13), aunque se
llevó a cabo en circunstancias diferentes: No hubo arca, ni gloria visible, y
apenas unos pequeños comienzos del templo. Pero Dios estaba entronizado en las
alabanzas de Israel, tan gloriosas, como las de la época de Salomón.
Cada
creyente es un templo del Espíritu Santo (1 Corintios 3:26). Y su restauración,
se da mediante su relación con Dios. Para los hijos de Dios, debe ser motivo de
alegría tener comunión con su Creador y esperar con ansias que Él venga y
santifique sus vidas con Su presencia.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”