SOMOS SOLO ADMINISTRADORES O ARRENDADORES

Septiembre 13 de 2023

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

 

SOMOS SOLO ADMINISTRADORES O ARRENDADORES

 

Salmo 24:1-2

La tierra es del Señor y todo lo que hay en ella;
    el mundo y todos sus habitantes le pertenecen.
Pues él echó los cimientos de la tierra sobre los mares
    y los estableció sobre las profundidades de los océanos.

 

https://youtu.be/RBReEMC7YvY

 

Estimado lector:

En estos versículos, David se refiere al Señor como el Propietario y Creador, subrayando que la tierra le pertenece.

Aunque el ser humano habite sobre esta tierra y haya establecido divisiones en forma de naciones, ciudades, pueblos y gobiernos, no tiene propiedad sobre ella. Ni aquellos que poseen documentos que los certifiquen como "dueños" de partes de ella pueden considerarse como tal, ya que estos documentos son meramente formales.

Por más que el ser humano aspire a controlarla, la tierra sigue siendo propiedad de Dios. El ser humano es simplemente un ocupante, un inquilino o, en el mejor de los casos, un administrador de lo que pertenece a Dios. Ningún lugar, ni sus hogares, posesiones, trabajos, cosechas, riquezas o incluso sus vidas son verdaderamente suyas; son dones otorgados por Dios como actos de gracia hacia la humanidad. De ahí que toda su plenitud también le pertenezca.

La tierra es de Dios porque fue Él quien la estableció; es el producto de Su Creación. Por lo tanto, ningún poder o entidad tiene la facultad de despojarlo de lo que legítimamente le pertenece, sencillamente porque le pertenece a Él.

Génesis 1:9-10 relata como Dios reunió las aguas en un lugar y dejó al descubierto la tierra que antes estaba sumergida, convirtiéndola en un espacio adecuado para la existencia humana. Este relato recalca la dependencia perpetua del ser humano en Dios y en Su cuidado providencial.

 

¿Qué te dice Dios en este día?

¿Cómo lo vas a aplicar hoy?

¿En qué área específica de tu vida?

Emocional _ Familiar _ Espiritual _ Financiera _ Otro _

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES