Septiembre 13 de 2023
SOMOS SOLO ADMINISTRADORES O ARRENDADORES
Salmo 24:1-2
La tierra es
del Señor y todo lo que
hay en ella;
el mundo y todos sus habitantes le pertenecen.
2 Pues
él echó los cimientos de la tierra sobre los mares
y los estableció sobre las profundidades de los
océanos.
Estimado lector:
En estos versículos, David se refiere al Señor como el Propietario y
Creador, subrayando que la tierra le pertenece.
Aunque el ser humano habite sobre esta tierra y haya establecido
divisiones en forma de naciones, ciudades, pueblos y gobiernos, no tiene
propiedad sobre ella. Ni aquellos que poseen documentos que los certifiquen
como "dueños" de partes de ella pueden considerarse como tal, ya que
estos documentos son meramente formales.
Por más que el ser humano aspire a controlarla, la tierra sigue siendo
propiedad de Dios. El ser humano es simplemente un ocupante, un inquilino o, en
el mejor de los casos, un administrador de lo que pertenece a Dios. Ningún
lugar, ni sus hogares, posesiones, trabajos, cosechas, riquezas o incluso sus
vidas son verdaderamente suyas; son dones otorgados por Dios como actos de
gracia hacia la humanidad. De ahí que toda su plenitud también le pertenezca.
La tierra es de Dios porque fue Él quien la estableció; es el producto
de Su Creación. Por lo tanto, ningún poder o entidad tiene la facultad de
despojarlo de lo que legítimamente le pertenece, sencillamente porque le
pertenece a Él.
Génesis 1:9-10 relata como Dios reunió las aguas en un lugar y dejó al
descubierto la tierra que antes estaba sumergida, convirtiéndola en un espacio
adecuado para la existencia humana. Este relato recalca la dependencia perpetua
del ser humano en Dios y en Su cuidado providencial.
¿Qué te dice Dios en este día?
¿Cómo lo vas a aplicar hoy?
¿En qué área específica de tu vida?
Emocional _ Familiar _ Espiritual _ Financiera _ Otro _
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”