UN LAMENTO QUE TRAE REPRENSIÓN

Mayo 30 de 2024

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

UN LAMENTO QUE TRAE REPRENSIÓN


2 SAMUEL 19:1-4   (SALMO 70)

Pronto le llegó a Joab la noticia de que el rey estaba llorando y haciendo duelo por Absalón. 2 A medida que el pueblo se enteraba del profundo dolor del rey por su hijo, la alegría por la victoria se tornaba en profunda tristeza. 3 Ese día todos regresaron sigilosamente a la ciudad, como si estuvieran avergonzados y hubieran desertado de la batalla. 4 El rey se cubrió el rostro con las manos y seguía llorando: «¡Oh, Absalón, hijo mío! ¡Oh, Absalón, hijo mío, hijo mío!».


https://youtu.be/uaiAO6oXWXY?si=v494q2TSmEMNcuX2


Estimado lector:

Los leales seguidores de David ganaron ese día para la Gloria de Dios y por el bien de Israel. Pero se sintieron mal por la victoria, porque David estaba abrumado con un excesivo dolor por su hijo. (Salmo 70). 

El problema de David no estaba en lo que sabía: La trágica muerte de Absalón y su rol en ella. Si no, en que había olvidado que Dios seguía en control, que obtuvieron una gran victoria, que tenía muchos leales seguidores, y que Dios había mostrado gracia y misericordia hacia él. 

Joab le escribió: “David, tu lamento excesivo es egoísta. No todo se trata de ti. Estos leales y sacrificados seguidores tuyos merecen sentirse bien por su victoria; y tú los estás haciendo sentir terrible. Levanta tu ánimo”

Algunos cristianos en tiempos de muerte o tragedias se lamentan sin esperanza en Dios. No se puede traer de vuelta a los seres queridos, con incredulidad. (1Tesalonisenses 4:10). Y, no hay que estar abatidos sin necesidad. 
El cristiano debe tener más dominio propio, que los que no tienen un Dios a quien recurrir. 

Cuando alguien es abrumado por la tragedia y el dolor, el problema no es lo que sabe, sino lo que olvida.


4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES