Agosto 28 de 2023
UN REY, EL MESÍAS
Salmo 21:1-2
1 ¡Cuánto se alegra el rey en tu fuerza, oh Señor!
Grita de alegría porque tú le das la victoria.
2 Pues
le diste el deseo de su corazón;
no le has negado nada de lo que te ha pedido. Interludio
Estimado lector:
Es llamado salmo Mesiánico, porque habla de la ascensión
de Cristo. Israel, lo afirma.
El Tárgum y el Talmud, enseñan que el Rey mencionado
aquí, es el Mesías. El rabino Salomón Isasi (erudito del Talmud, año 1040 D.C),
apoya esta interpretación, recomendando no utilizar este salmo; porque
evidencia para los cristianos, que Jesús de Nazaret, es el Mesías.
Aunque David hablaba de su experiencia personal, se
refería al Señor Jesucristo.
“Cuánto se alegra el Rey en tu fuerza”, está en Hebreos
12:2: La alegría del Señor, por alcanzar la Victoria para la humanidad.
Ascendió al cielo, los ángeles y poderes están bajo Su autoridad, y puede
salvar a los que se acercan a Dios por medio de Él (hebreos 7:25).
El versículo 2, recuerda la oración Sacerdotal (Juan
17:1). Esta y todas las peticiones del Señor Jesucristo, han sido y serán
contestadas. Fue la oración de la Ascensión, Él está ahora a la derecha de
Dios.
“Le has concedido el deseo de su corazón”, está en Juan
17:24.
David enseña el lugar especial de la oración contestada.
Hay que estar seguros de que El Señor sigue escuchando
y contestando, lo que los labios hablan conforme al corazón, y a Su Palabra.
¿Qué te dice Dios en este día?
¿Cómo lo vas a aplicar hoy?
¿En qué área específica de tu vida?
Emocional _ Familiar _ Espiritual _ Financiera _
Otro _
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”