Noviembre 10 de 2023
UNA
PROMESA CUMPLIDA.
Jueces 13:22-25
22 y le dijo a su esposa:
—¡Seguramente moriremos, porque hemos visto a Dios!
23 Pero su esposa dijo:
—Si el Señor hubiera querido matarnos, no habría aceptado nuestra
ofrenda quemada ni nuestra ofrenda de grano. No se nos hubiera aparecido, ni
habría dicho algo tan maravilloso, ni hecho estos milagros.
24 Así que cuando nació su hijo, ella lo llamó Sansón. Y el Señor lo bendijo, y el niño creció. 25 Y el Espíritu
del Señor comenzó a manifestarse en él mientras se
encontraba viviendo en Mahne-dan, entre las ciudades de Zora y Estaol.
https://youtu.be/J328faRdb-M?si=OWrDnPPJYOaD4MSc
Estimado
Lector:
Ante la
presencia del Ángel de Jehová, el corazón de Manoa se llenó de temor y creyó
que iba a morir. Sin embargo, la perspectiva de su esposa fue diferente, ya que
entendió que Dios no había hecho tanto por ellos para finalmente abandonarlos.
La obra pasada de Dios, evidencia de ese encuentro con el Espíritu Santo en la
vida de cada uno, era una promesa sobre el futuro cuidado y bendiciones para
quienes en Él creían.
La base de
la fe de la mujer de Manoa era que ella sabía que Jehová había aceptado su
ofrenda hacia Él, por lo tanto, el fin no podía ser la muerte. Esa certeza la
experimentó la mujer de Manoa al dar a luz un hijo llamado Sansón. La Promesa
del Ángel fue cumplida; fue probada como cierta.
El mismo
principio cristiano obra para el creyente el día de hoy: Dios no desea la
muerte de los pecadores, pues ha aceptado el gran sacrificio que el Señor
Jesucristo ofreció para la salvación de los creyentes.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”