UNA PROTECCIÓN DIVINA

Junio 27 de 2023

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

UNA PROTECCIÓN DIVINA

Salmos 3:1-4

Oh Señor, tengo tantos enemigos;
    son muchos los que están en mi contra.
Son tantos los que dicen:
    «¡Dios no lo rescatará!». Interludio

Pero tú, oh Señor, eres un escudo que me rodea; eres mi gloria, el que sostiene mi cabeza en alto.
Clamé al Señor y él me respondió desde su monte santo. Interludio

 

 

https://youtu.be/YbkfSRrcqzU

 

 

Estimado lector,

 

Al escribir este salmo, David estaba en una gran angustia. Su propio hijo había liderado lo que parecía ser una rebelión exitosa contra él. Muchos de sus amigos y asociados del pasado lo abandonaron y habían pasado a su contra (2 Samuel 15:13).

 

Bajo el ataque de un enemigo astuto y despiadado, David necesitaba un escudo de protección. Él sabía que Dios era su escudo, que lo rodeaba. Esta no era una oración para pedirle a Dios que cumpliera con esto; esta fue una fuerte declaración de hecho.

 

Dios era más que la protección de David. Él también era el que puso a David en un terreno más alto, sosteniendo su cabeza y mostrándole gloria.

 

Aunque Absalón se apoderó de Jerusalén y obligó a David a salir de la capital, David sabía que él no estaba en la promesa que Dios le hizo, que quien seguía su legado como rey era Salomón. Jehová mismo aún mantenía esa posición y escucharía y ayudaría a David desde su monte santo.

 

Debemos tener la seguridad de que tenemos un Dios misericordioso, que no es ajeno a la situación que estamos viviendo. Él tiene control de todo en la tierra y también de nuestra vida. Debemos avivar nuestra fe y oración en el tiempo a Solas Con Dios. En ese tiempo ejercitemos y disciplinemos nuestro cuerpo físico y espiritualmente.

 

¿Qué te dijo Dios durante esta semana?

¿Cómo lo vas a aplicar hoy?

¿En qué área específica de tu vida?

Emocional _ Familiar _ Espiritual _ Financiera _ Otro _

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES