Septiembre 25 de 2024
AGRADECIDOS
SALMOS 100:1-5
¡Aclamen con alegría al Señor, habitantes de
toda la tierra!
2 Adoren al Señor con gozo.
Vengan ante él cantando con alegría.
3 ¡Reconozcan que el Señor es Dios!
Él nos hizo, y le pertenecemos;
somos su pueblo, ovejas de su prado.
4 Entren por sus puertas con acción de gracias;
vayan a sus atrios con alabanza.
Denle gracias y alaben su nombre.
5 Pues el Señor es bueno.
Su amor inagotable permanece para siempre,
y su fidelidad continúa de generación en generación.
https://youtu.be/6RZwH5xjn7w?si=wfpXdPi0aHkwZDyE
Estimado lector:
El Salmo 100 comienza con un imperativo dirigido a
"toda la tierra", sugiriendo la universalidad de la adoración. El
verbo "cantad" implica una acción de alabanza colectiva y activa,
invitando a todos, no solo a Israel, a unirse en adoración, como una expresión
de la soberanía universal de Dios. Luego, continúa con un llamado a servir con
alegría, reflejando una relación de amor y devoción hacia Dios, vista no solo
como un deber, sino como un privilegio.
El salmo también resalta la dependencia humana de Dios,
contrastando Su soberanía con la fragilidad del hombre. La imagen del pastor y
las ovejas, común en la literatura bíblica, simboliza la relación de cuidado y
guía de Dios hacia su pueblo.
Finalmente, concluye con una declaración sobre la
naturaleza eterna y constante de Dios, asegurando la confianza en Su carácter a
lo largo de las generaciones. Este salmo nos invita a practicar una adoración
activa, alegre y constante, reconociendo que Dios es digno de alabanza no solo
por lo que ha hecho, sino por quién es. Nos llama a reconocer nuestra
dependencia de Él y a responder con gratitud y servicio.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”